pamplona - Las guarderías caninas, además de hacer un favor a quienes no pueden quedarse con sus mascotas, son una alternativa contra el abandono animal. Existen las que tienen plazas fijas, como la de Zizur, en la cual los perros permanecen durante todo el año y reciben la visita de sus dueños todos los días, y otras como la guardería canina Pagoa, situada en Vidaurreta (Navarra), que se hace cargo de los perros el tiempo determinado que necesiten sus dueños, como por ejemplo en las vacaciones de verano.

Pero hay personas que recurren a estos sitios precisamente para abandonar a sus animales. Son pocos los casos de los que llevan a sus perros y luego no los recogen, pero suponen un problema para las guarderías. “Hemos tenido un caso en el que la persona no quiso venir otra vez. Me dejó el perro, se fue a su país y no volvió”, confiesa José Manuel Maús, gerente de la guardería canina Pagoa. En este caso el animal fue dado en adopción. Para evitar esta situación, pone una condición a sus clientes. “Si en 20 días no se pone en contacto conmigo o yo no puedo hacerlo con él, cabe la posibilidad de dejar al perro en un centro de acogida”, explica.

Dejar al perro en una guardería tiene su coste, por lo que los que deciden no volver a por él acarrean con una deuda. Hay casos en los que el propietario decide denunciar a estos clientes porque las cantidades de dinero que se deben son muy elevadas. José Manuel Maús, en cambio, ha decidido asumir parte de la deuda del dueño de unos perros de 10 y 12 años. Uno de ellos ya ha sido adoptado gracias a que consiguió la cesión del animal por parte del cliente.

“Al final no es cuestión de que estén aquí. Si no vas a tener una posibilidad de tenerlos, mejor vamos a darles una salida”, señala. Aunque admite que, si alguno no encuentra un lugar al que ir, al final se lo queda él.

Para Maús, en Navarra y en este país en general, en comparación con otros lugares, la gente no está tan mentalizada con la responsabilidad que conlleva tener un animal. “Estamos muy dados a que si nos sobra el animal lo podemos llevar a un centro de acogida, pero no estamos concienciados de que el problema es el abandono”, lamenta. La guardería canina Pagoa está en contacto con la protectora de Etxauri, de manera que su propietario conoce de primera mano la cantidad de perros que hay sin un hogar.

En cuanto si el verano es la época del año en la que más se abandona a los animales, el propietario de Pagoa asegura que se abandona todos los meses por igual, aunque puede que estas sean fechas sean más propicias para ello: “Antes igual sí que era en vacaciones, porque a la gente le molestaba el perro e igual no había centros o guarderías, pero ahora tengo casi comprobado que se abandona durante todo el año”.

Para intentar paliar esta situación, Maús propone educar sobre el abandono a los niños, “que parece que están más concienciados con los animales”, e inculcarles la responsabilidad que supone tener un animal. “Antes de tener un perro tienes que ver las obligaciones y el tiempo que tienes; ver todo lo que te ocupa, y si puedes dárselo”, explica. - Leticia Malón