Pamplona - Cazadores de diversos cotos del noroeste del pirineo navarro se han puesto en contacto con Adecana para trasladar su preocupación por la afección que la llamada oruga del boj (Cydalima perspectalis) está teniendo tanto en los bojerales del sotobosque de sus acotados, como en los arbustos ornamentales de esta planta en los pueblos.

Ante lo que sin duda parece un importante problema, la Asociación de Cazadores Navarros se ha interesado por esta grave situación, ya que si sigue extendiéndose al resto de Navarra, como parece que va a ocurrir, de hecho ya en la Comarca de Pamplona se está dejando sentir [ver vídeo], va a perjudicar al monte y a las especies que habitan en él, ya que es una planta beneficiosa para el monte, fundamental para la sujeción del terreno y protección de la fauna tanto cinegética como protegida.

Puestos en contacto con la Asociación Forestal de Navarra Foresna-Zurgaia, les han comentado que han incluido en un número de su revista un interesante artículo que trata este tema, indicando que durante los últimos años y con especial incidencia este último, ha proliferado en el norte de Navarra una plaga conocida como polilla del boj, afectando a numerosos setos en la zona de la Regata del Bidasoa, habiéndose desarrollado con posterioridad también en Zubiri y alrededores, y poco a poco es de prever que va a seguir invadiendo y extendiéndose por otras zonas de Navarra.

Descripción. El adulto, que es una mariposa, tiene las alas blancas suavemente iridiscentes, con una banda negra y marrón en el margen exterior y un punto blanco característico en el dorso del ala en la celda discoidal. Su envergadura puede alcanzar los 4cm. Los adultos pueden llegar a vivir hasta dos semanas y son buenos voladores. Las larvas de color verde claro se caracterizan por tener líneas negras con puntos y pelos blancos y una cabeza negra brillante. En el último estadio pueden alcanzar una longitud de más de 4 cm, son de color verde al inicio de la pupación, y se van convirtiendo en marrón claro, apareciendo una banda oscura.

Puestos en contacto con Juan Miguel Villarroel, ingeniero de montes y gerente de la Asociación Forestal de Navarra Foresna-Zurgaia, nos relata los aspectos más importantes de esta plaga.

Juan Miguel afirma que las enfermedades y plagas forestales (y del conjunto de especies naturales) tienen cada vez mayor impacto en la salud de nuestros ecosistemas. Si bien todos hemos visto desaparecer prácticamente de nuestro entorno numerosas especies, en estos momentos, la presión de las enfermedades y plagas es aún mucho mayor.

El aumento exponencial, tanto de la entrada de mercancías de todo tipo como del movimiento de personas por nuestras fronteras, está ocasionando una multiplicación del número de organismos potencialmente patógenos para nuestras especies que se introducen y se expanden por nuestros montes. Por otro lado, el cambio climático está generando episodios meteorológicos extremos cada vez más frecuentes que dañan y debilitan a nuestros árboles, generando condiciones más favorables para la proliferación de plagas y enfermedades.

Recientemente, hemos podido ver el desastre y devastación que esta plaga ha hecho en los bojedales de la comarca atlántica de Navarra. Sin embargo, el problema es más acuciante porque esta polilla sigue su avance imparable como si del mismo Atila se tratará y da miedo que pueda llegar al Pirineo que a buen seguro es cuestión de tiempo.

¿De dónde viene? Este insecto viene de las regiones templadas y subtropicales del este de Asia incluyendo China, Japón y Corea del Norte, de donde podría ser nativa.

¿Cómo llegó? Según bibliografía, a Europa llega en 2007, registrándose por primera vez en Alemania y los Países Bajos, después Suiza, Francia, Inglaterra, Austria? Una vez ha saltado de continente, la expansión es cuestión de tiempo. Se observó en un centro de recogida de envíos de productos de China en Alemania, especulándose que pudo llegar al Cáucaso a través de plantas importadas de Italia para ajardinar la villa olímpica de Sochi. De una u otra forma llegó y llegarán más en un mundo global.

¿Cómo actúa? Las larvas son voraces y provocan la defoliación de la planta, pero el mayor daño es cuando la larva daña la corteza haciendo que los árboles se sequen y mueran. Lo cual también es un peligro de propagación de incendios forestales. Los daños serán más severos en las regiones en que la polilla pueda completar al menos dos generaciones anuales.

¿Dónde se desarrolla el Boj? De manera natural se desarrolla en los sotobosques de frondosas, prefiriendo condiciones subhúmedas, a lo largo de laderas de los valles de los ríos, cañones, gargantas, barrancos y aguas termales.

¿Cómo detectar? Los primeros estadios larvarios se ocultan entre las hojas y son difíciles de detectar, a partir de la tercera fase larvaria en adelante las orugas son más fáciles de detectar, ya que se alimentan en la parte exterior del árbol.

Podemos detectar el daño debido a la alimentación, los esqueletos de hojas, las mudas y los excrementos en un área de 20-25 cm alrededor del lugar de deposición de los huevos. Los adultos son sensibles a las perturbaciones y volarán durante el día si la planta sobre la que reposan es sacudida

¿Cómo combatirlo? Debido a la alta movilidad de los adultos y su amplia distribución la erradicación es difícil, una vez que se ha establecido en un área, además de no tener enemigos naturales.

El control físico/mecánico en árboles pequeños se puede retirar las larvas de manera manual y repitiendo la operación cada 2-3 días.

El control químico con insecticidas de contacto o sistémico es muy eficaz, pero puede dañar a otras especies que utilizan los bojes como refugio, como arácnidos, y otros insectos. Los insecticidas por ingestión suelen ser muy eficaces?, pero estos son tratamientos dirigidos a plantas ornamentales, inviable de tratar en el monte.

¿Qué se puede hacer? Tal vez adelantarse a lo que va a suceder, podría recoger semilla de Boj, mientras están sanos y guardarlas en un banco de semillas. La plaga llegará y arrasará, pero en el momento que se quede sin alimento morirá, pero al menos tendremos semilla autóctona para poder actuar pasado un tiempo. Falta mucha investigación e inversión en tema de plagas y enfermedades, pero la ciudad y los medios de comunicación miran al monte cuando sucede la catástrofe. Lo más económico y eficaz es la prevención y la detección.