pamplona - Son para muchos parte de la nueva movilidad urbana. Hasta ahora tienen un papel de medio de transporte especialmente útil para el traslado al trabajo o para el ocio. Pero desde hace meses varias marcas de automóviles los están incorporando como medio para recorrer el tramo final del trayecto, en la “última milla”. Con la idea de dejar el coche en los aledaños del centro de la ciudad, y acercarse a él con uno de esto vehículos.

Los patinetes eléctricos, scooters o vehículos de movilidad persona (VMP), son un medio de transporte no contaminante (en el uso), que reduce la ocupación en la vía y, desde hace meses, una realidad en urbes de cualquier tamaño. Tras una rápida propagación, y una nueva Ordenanza de Movilidad, que apenas lleva dos meses y medio en vigor en Pamplona, las dudas sobre el uso no terminan de aclararse.

La norma clasifica estos VMP en cinco categorías: A, B, C0, C1 y C2. Las dos primeras son las más extendidos entre particulares, mientras que los C1 y C2 tienen un uso empresarial, para su uso en actividades turísticas y de transporte de mercancías. Los de tipo C son los únicos que pueden circular por las calles a 50 km/h y los C1 y C2 necesitan de licencia de actividad, pago de las tasas correspondientes y seguro obligatorio.

Las dudas más frecuentes están relacionadas con los patinetes A y B. Los primeros tienen que tener una velocidad máxima de 20 km/h, mientras que los segundos no pueden superar los 30 de velocidad máxima. Ni los tipo A, ni los tipo B pueden llevar pasajeros.

Bajo estas líneas van algunas de las normas más importantes a tener en cuenta en función de cada usuario.