El Ayuntamiento de Pamplona, junto con el Proyecto Aterpeak/ Refugios de la Fundación Ilundain-Haritz Berri, ha colocado en la ciudad 156 cajas nido para diferentes especies de aves. La mayoría de ellas (122) han sido colocadas a lo largo del curso 2018/19 en colaboración con siete centros escolares: Liceo Monjardin, CP San Francisco, IES Biurdana, Claret-Larraona, CPEIP Doña Mayor, CPEIP San Jorge y el IES Iturrama. En esta parte del proyecto, destinada prioritariamente a carboneros y herrerillos (Parus major y Cyanistes caeruleus, respectivamente), han participado hasta 678 escolares de entre cuatro y dieciséis años.

Pero, además, el personal técnico del Proyecto Aterpeak/ Refugios se ha encargado de colocar cajas nido para autillo europeo (Otus Scops) y posaderos para cernícalos vulgares (Falco tinnunculus), tanto en las orillas del río Arga, como en los diferentes parques de la ciudad.

Estas actuaciones se enmarcan dentro del convenio de colaboración firmado por ambas entidades para realizar un diagnóstico de la población de aves en Pamplona con el fin de favorecer y mantener la biodiversidad urbana. Asimismo, el proyecto busca la divulgación y sensibilización entre los escolares sobre las aves con las que comparten el entorno urbano.

Como tercer vector, 'Aterpeak/ Refugios' es un proyecto que quiere es favorecer la inclusión laboral de jóvenes en situación de vulnerabilidad impulsado por Fundación Ilundain con financiación de Gobierno de Navarra y del programa Innov@social, de Fundación Caja Navarra y Obra Social La Caixa. Hasta el momento, gracias al proyecto se ha facilitado la contratación de cinco jóvenes, tres hombres y dos mujeres, para la realización de trabajos de carpintería y se prevé que hasta 2021 se realicen un total de 18 contrataciones laborales.

Un proyecto de sensibilización que arroja resultados

Casi 690 estudiantes, desde Primaria hasta Bachillerato, de siete centros públicos de la ciudad han participado en las actividades de educación ambiental realizadas con el Proyecto Aterpeak/ refugios. En otoño los mayores construyeron cajas nido, las colorearos y las colocaron en los árboles de los parques de alrededor, y en algunos casos, en los propios recintos de colegios e institutos. Previamente el alumnado recibía una introducción sobre la avifauna de la zona a cargo de los técnicos del proyecto.

Como novedad también se han realizado talleres de estimulación multisensorial con alumnos de Educación Infantil (menores de 3 años), donde utilizando los sentidos (tacto y vista, sobre todo) se ha buscados despertar la curiosidad de los menores respecto del sobre el mundo de las aves. Lo previsto es que en primavera (entre los meses de abril y mayo) se realice una segunda tanda de actividades, revisando la ocupación de las cajas nido, aunque de las 122 cajas colocadas, 89 han sido revisadas, dado que se colocaron en otoño de 2019. Los resultados han sobrepasado las expectativas iniciales de los técnicos puesto que el 54% de las cajas han sido ocupadas.

La mayoría de las cajas nido procedentes del ámbito escolar estaban diseñadas con dimensiones y diámetro del acceso para la familia de los Páridos (carboneros y herrerillos), pero también se han puesto cuatro cajas nido para petirrojo europeo (Erithacus rubecula) y lavandera común (Motacilla alba), además de dos cajas para agateador común (Certhia Brachydactyla).

De las cajas habitadas, 9 (18,75 %) han sido ocupadas por carboneros y herrerillos y en ellas se han encontrado todas las fases de crianza, desde huevos en incubación, hasta pollos. En otras 9 cajas (18,75%) que había en construcción y, en 5 cajas más (10,42%), se han hallado restos de material vegetal. Las cajas nido, aparte de ser un lugar para que críen las aves, también son refugios donde las aves pasan la noche o se resguardan del mal tiempo. Esta circunstancia se ha apreciado en 7 cajas (14,58%) y viene evidenciada por la presencia de excrementos o plumas. Otros animales como dermápteros (tijeretas), arañas o avispas se han aprovechado de la instalación de cajas-nido y han utilizado 18 cajas, un 37,5%.

Autillos y cernícalos

Demás, en este periodo, tanto en las orillas del río Arga como en los diferentes parques de la ciudad se han instalado 30 cajas nido para autillo y 4 posaderos para cernícalos. Un 40% de las primeras 30 (12) han sido ocuparas durante este primer año, aunque por carboneros y herrerillos; esta circunstancia es un hecho bastante frecuente y una buena señal según los técnicos, ya que favorece la posterior ocupación d-e la caja por autillo porque los nidos de los páridos hacen la función de colchón.

Respecto al cernícalo vulgar, hasta la fecha se han instalado cuatro posaderos en Aranzadi, Ezkaba, Donapea y Taconera. Esas infraestructuras, de las que todavía no hay datos de utilización, constan de un poste con su correspondiente caja nido y siempre se sitúan en espacios donde estas aves pueden observar bien el territorio. Está previsto colocar más cajas nido dentro de espacios urbanos con la firma de un nuevo convenio este año.