ncertidumbre, pero ganas de levantar la persiana. El comercio de Pamplona, cientos de negocios que han pasado un infierno en la cuarentena, comienzan a retomar su actividad, aunque con estrictas medidas sanitarias para las que la mayoría ya están preparados. Los probadores serán desinfectados entre usos, las peluqueras trabajarán con pantalla y los libros habrá que hojearlos mejor con guantes. Y habrá que desinfectarse las manos para probarse una joya y oler los garroticos de Beatriz a través de una mampara. Cambian las costumbres, pero el comercio de siempre vuelve y confía en que los clientes les echen una mano para arrancar, ya que se habla de un 80% de pérdidas. Mañana abren peluquerías, librerías, ferreterías y otros negocios con cita previa, y el día 11 el comercio. La nueva normalidad.