- Son incombustibles. Y a sus 74 y 75 años, Mikel Sangalo y Rafa Cano echaban ya de menos la vuelta a la normalidad, aunque la suya no es de las más comunes. De fiesta en fiesta, ambos conforman el dúo de los recuerdos, con el que desde hace ya un par de años amenizan todo tipo de eventos en Villava y alrededores, cosechando su propio público, uno fiel que también les añoraba. La pandemia les ha obligado a tomarse un respiro y no les ha quedado otra porque no son tiempos de celebraciones, y las que se podían llevar a cabo, en su mayoría, han tenido que suspenderse.

Ahora, en un momento en el que las cosas parecen estar más tranquilas, vuelven a la carga con sus canciones de antaño, que son las de siempre, las que hace falta recuperar. El pasado lunes se encargaron de poner ritmo a la inauguración de las piscinas de Villava en la que fue su primera actuación después de haber estado tres meses sin tocar. "Nos encanta poder venir, teníamos muchas ganas. Lo hacemos por amor al arte pero es que nos gusta tanto...", confesaban.

Se conocieron casi por casualidad. Ambos jubilados (Mikel, sindicalista y trabajador en una fábrica; y Rafa, operador logístico que proviene del mundo del automóvil), coincidieron hace cosa de dos años en un bar, en el Asador Villava. "Rafa estaba tocando la guitarra, yo entré con dos amigos al bar y me puse a cantar, luego los dos juntos y también acompañándonos a la guitarra. A los seis meses nos volvimos a encontrar y ya desde entonces decidimos juntarnos, ensayar todas las semanas, y así fue como nació el dúo", recuerda Sangalo.

Desde entonces no han parado, y se han convertido en dos reconocidos artistas para muchos vecinos y vecinas de Villava. "Cantamos canciones de antaño, una parte importante en euskera pero también en portugués y castellano. Mejicanas, de Los Panchos, de Chavela Vargas, de Jorge Sepúlveda o Fermin Balentzia", relatan los amigos.

Suelen ir a fiestas de los pueblos, sociedades o bares. "Tenemos un repertorio de 60 canciones y para el verano sacaremos uno nuevo con cien más, la gente nos pedía", bromeaban. Aunque cada uno tiene sus preferencias, los dos artistas se quedan con La galopera, Xalbadorren Heriotzean y el Txoria-txori de Mikel Laboa como composiciones preferidas que les encanta recordar. "Aunque hay muchas muy bonitas. También boleros... Nos gusta mucho cantar". Tenían un buen puñado de actuaciones que se han visto obligados a cancelar con la llegada de la pandemia, y ahora empiezan a arrancar.

"Hemos hablado con el Ayuntamiento y hasta la primavera del año que viene no tocamos en la casa de cultura. La actuación que teníamos el 4 de junio se suspendió y el Atarrabiako Eguna, en el que también íbamos a cantar en el homenaje a la ikurriña, es en septiembre pero es posible que se suspenda", lamentan.

Ponen la vista en el futuro y aseguran que ya para este mes de agosto tienen previstas dos actuaciones. "En bares, también en alguna peña, en el club de jubilados, que vamos muchas veces. Pero tocamos para todo tipo de público: las de euskera gustan mucho a la juventud, y para los más mayores también tenemos registro de canciones más antiguas, de Los Panchos, Antonio Machín... Un poco de todo". El 6 y el 25 de julio tienen ya sus siguientes citas, ambas en el municipio vecino de Burlada, a la espera de recuperar poco a poco el ritmo que llevaban.