Son el núcleo de todas las redes, los garantes de los derechos de los más pequeños, para quienes facilitan todo tipo de actividades de ocio y tiempo libre, deportivas, culturales, ludotecas, talleres€ También acompañamiento y mediación familiar, prevención y sensibilización respecto a consumos o intervenciones sociales con la escuela o el centro de salud para llevar a cabo proyectos comunes en los barrios. Todo lo que sirva para preservar el derecho infantil y proteger a este colectivo pasa por los equipos de acción preventiva de Iruña, un servicio que Navarra Suma pretende eliminar "de un plumazo" a pesar de que suponen, en este momento y junto a los centros escolares, los únicos lugares seguros de atención infantil y adolescente, especialmente de la población más vulnerable.

El Ayuntamiento de Pamplona anunció el jueves su intención de gestionar directamente este recurso, que hasta ahora corría a cargo de las asociaciones y colectivos de los diferentes barrios de la ciudad. Ayer mostraron "tristeza y rabia, pero sobre todo preocupación" ante una decisión que consideran "un recorte encubierto" y, denuncian, "atenta directamente contra el modelo de intervención con la infancia que hay en Iruña, que es de los más avanzados a nivel estatal porque comprende la prevención y la protección comunitaria", señaló ayer Xabier Senosiáin desde la Asociación Bideberri de Mendillorri. Varios representantes de los diferentes colectivos mostraron su rechazo a la decisión municipal, que fue anunciada por la concejala de Asuntos Sociales, María Caballero, y entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2021.

"Estamos muy preocupados, si a eso le sumamos las condiciones especiales que se están dando ahora mismo con el covid, todavía nos preocupa más. El movimiento de Navarra Suma está siendo el de no detallar claramente cuáles son sus intenciones, que pasan por acabar con un servicio en el que participan miles de txikis de toda la ciudad para crear un programa que no va a dar cobertura ni a un cuarto de la población infantil y que va a quedar en manos privadas", denunció Senosiáin, explicando que trabajar con la infancia "desde la proximidad" es el elemento básico para entenderla.

En San Jorge también llevan 25 años desarrollando el servicio, "y en situación de pandemia es inexplicable que hagan este tipo de actuaciones. Esta decisión ha sido un shock, supone dejar sin atención a todos los chavales y chavalas del barrio: aquí hay unos índices de pobreza terribles y esos sectores no tienen otros espacios, ni en situación de pandemia ni de normalidad", explicó también Alberto Jáuregui, de Umetxea Sanduzelai, que indicó además que la propuesta del Ayuntamiento "no tiene contenido ni justificación técnica. Todas las actuaciones de prevención tienen que vincularse a la comunidad, se necesitan grupos de participación y es a lo que nos dedicamos. Atendemos de forma estable a más de 200 chavales, que participan en proyectos que se desarrollan a lo largo del año y a lo largo de su vida porque después de 25 años están los hijos e incluso los nietos de algunos que empezaron con nosotros. La continuidad histórica de estos servicios ha sido muy importante".

La asociaciones fueron informadas de que no les iban a prorrogar los contratos y de que los programas pasarían a ser gestionados por el propio área de Asuntos Sociales el mismo jueves, una hora antes de la presentación del programa Coworkids, con el que pretenden sustituir a los actuales Servicios de Atención Preventiva Comunitaria (SAPC) "y transformar el sistema de protección a la infancia y adolescencia de Pamplona desde criterios técnicos fuera del ordenamiento jurídico vigente y los Planes de Infancia de Pamplona y Navarra", criticaron los afectados.

"Pretenden cambiar un modelo de 24 trabajadores y más de 400 personas voluntarias en los barrios por otro de 14 trabajadores nuevos, sin referencialidad ni redes comunitarias, para todos los barrios. Suspender los SAPC significa perder la colaboración de 402 grupos de participación, 391 redes sociales y comunitarias, 2.781 participantes permanentes, 10.715 participaciones anuales, 716 educadores comunitarios voluntarios y 32 profesionales", aseguran.

Criticaron "la ceguera del actual gobierno municipal" y anunciaron movilizaciones en los barrios, además de la presentación de su proyecto para extender los servicios de atención preventiva a toda la ciudad. "Es algo que han cocinado sin ningún asesoramiento técnico dentro del área. Y nos da la sensación, analizando lo que presentan, de que no presentan nada, de que es todo humo. El Coworkids es querer vender que están haciendo un servicio desmontando y desmantelando otro servicio que ya hay, y utilizando recursos que ya existen", valoró Josune Etxeberría desde Etxabakoitz Bizirik, preocupada "por la alternativa que se ofrece, que vulnera todos los derechos de la infancia porque no está sustentada en nada. Tenemos mucha tristeza y rabia porque hay gente que ha crecido aquí y que no percibe sus barrios sin las asociaciones y los colectivos tan activos como están ahora. Uno no puede coger, de repente, un rodillo de pintura y querer borrar de la historia de una ciudad 20 años de desarrollo comunitario".

También Hodei Sarasa, de Buztintxureando Txuri, asume que ha sido "una gran sorpresa. El modelo que proponen es un despropósito y un ataque directo a la infancia y a sus derechos en Pamplona. No lo entendemos ni técnica ni éticamente. Y desde la lógica tampoco, porque están hablando de la necesidad de mejorar unos servicios, de hacer un modelo que llegue a toda la ciudad, responsabilizando a los servicios que ya existen de no llegar a toda la ciudad, cuando esa responsabilidad es municipal". Indicó que "la parte preventiva se aborda desde lo comunitario, con las asociaciones vecinales, desde los barrios. Y es lo que se cargan con este nuevo modelo. La propuesta que hace Navarra Suma no es una municipalización, es un recorte encubierto". Y es que los proyectos preventivos, tal y como aseguró Toni Iragi desde Aldezar (Casco Viejo), "hacen una labor fundamental y no sólo nos estamos jugando esa buena labor, está en juego también el futuro del barrio. Vamos a defender con uñas y dientes que todos estos proyectos continúen su labor".

El recurso. Los Servicios de Acción Preventiva Comunitaria, integran a la comunidad y su potencial protector en el sistema de protección a la infancia en espacios de participación seguros e inclusivos

Asociaciones afectadas. Umetxea Sanduzelai (San Jorge) - Asociación Yoar (Arrosadia - Azpilagaña) - Asociación Aldezar (Casco Viejo) - Federación Sinarzubi (Txantrea) - Asociación Bideberri (Mendillorri) - Federación Batean (Rotxapea) - Etxabakoitz Bizirik (Etxabakoitz) - Buztintxureando Txuri (Buztintxuri).

716

Educadores comunitarios voluntarios trabajan en los barrios, en los que se tejen . 391 redes sociales y comunitarias, con 2.781 participantes permanentes y 10.715 participaciones anuales.

"Trabajar con la infancia desde la proximidad es básico para entenderla"

Asociación Bideberri (Mendillorri)

"Es un 'shock', supone dejar sin atención a todos los menores del barrio"

Umetxea Sanduzelai

"El modelo que proponen es un ataque directo a la infancia y a sus derechos"

Buztintxureando Txuri

"No se puede coger un rodillo y borrar 20 años de desarrollo comunitario"

Etxabakoitz bizirik

"Nos estamos jugando el futuro del barrio y vamos a defenderlo con uñas y dientes"

Aldezar (Casco Viejo)