El Ayuntamiento de Pamplona tiene intención de reformar los 526 pasos de peatones que todavía no están adecuados a la ordenanza de movilidad, donde se establece que no habrá plazas de aparcamientos en los 5 metros anteriores a los pasos de cebra para mejorar la visibilidad y reducir atropellos.

El barrio en el que más pasos de peatones quedan por adecuar son Txantrea con 116 (representa el 22% del total de las actuaciones que se van a realizar). Le siguen San Juan con 68 (13%), Ermitagaña-Mendebaldea con 59 (11%), Etxabakoitz con 53 y Mendillorri con 51 (el 10% cada uno) y Milagrosa con 39 (7%). La lista se completa con San Jorge con 34 (7%). Rochapea y Ensanche con 31 (6%), Iturrama con 18 y Buztintxuri con 17 (3%) y Azpilagaña con 9 (2%).

El presupuesto de 900.000 euros se divide entre la ejecución propiamente de los pasos que tiene un costo algo superior a los 500.000 euros y otros aspectos como el avance de las aceras, la colocación de vallas y cojines berlineses o el precio de la pintura.

Para facilitar la ejecución de los trabajos se han dividido los pasos en tres lotes con un presupuesto aproximado entre ellos. En el primero se han incluido los ubicados en Azpilagaña, Ensanche, Iturrama, Milagrosa y Mendillorri. En el segundo lote los de Buztintxuri, Rochapea, San Jorge y Txantrea. Por último, los de Ermitagaña-Mendebaldea, Etxabakoitz y San Juan.

El concejal delegado de Seguridad Ciudadana Javier Labairu y el director del área Patxi Fernández han detallado este martes en rueda de prensa el plan de intervención, que cuenta con una línea en el presupuesto municipal de 975.000 euros.

Los trabajos consisten principalmente en labores de fresado y pulido de la calzada para pintar posteriormente los espacios de acuerdo a la normativa. Así, unifica los colores en torno al blanco, siguiendo las directrices de la Dirección General de Tráfico. El paso de peatones se mantiene de principio a fin; el pavimento podotáctil desemboca directamente en el paso y las personas con visión reducida los detectan con mayor facilidad.

En la zona liberada se deja sin ocupar la parte indicada en la ordenanza y el resto se ocupa, en la mayoría de los casos, por aparcamientos para 2 motocicletas y en otros para 6 bicicletas. De esta manera se impulsa el uso de medios de transporte más sostenibles. También se colocan señales verticales, parquímetros y otros elementos de mobiliario urbano que habitualmente están sobre la acera reduciendo el espacio útil para el peatón.

Además, se instalan separadores y vallas para marcar el perímetro y evitar que los vehículos ocupen espacios prohibidos para ellos. Las vallas también sirven para ganar seguridad ya que permiten avanzar al peatón protegido hasta el punto en el que debe atravesar la calzada.