La mayoría municipal ha obligado a Navarra Suma a elaborar un informe en el que explique las razones por las cuales no contempla la opción de construir vivienda en la parcela de la avenida Zaragoza donde el Ayuntamiento de Pamplona y promotores plantean construir una zona comercial, oficinas y una residencia.

La iniciativa partió del grupo municipal socialista, socio presupuestario de Navarra Suma, y cuenta con el respaldo de EH Bildu y Geroa Bai, que desde el principio se han opuesto al proyecto al entender que la nueva zona comercial afectará al pequeño comercio y que sería más conveniente para los intereses de la ciudad la construcción de viviendas.

El Ayuntamiento nunca ha contemplado esta posibilidad. Ni tan siquiera en el proceso participativo que se vio obligado a poner en marcha ante la amenaza del Gobierno foral de paralizar el expediente aparecía la opción de levantar viviendas en esa parcela, pese a que fue expresamente solicitado por las asociaciones de comerciantes que tomaron parte en dicho proceso de participación ciudadana.

Se trata del terreno al que hizo referencia el mes pasado el alcalde Enrique Maya cuando dijo que "ahí lo máximo que se está planteando es una superficie, como mucho, de 5.000 metros cuadrados construidos, que no es ni de lejos una gran superficie. Eso daría para un Mercadona o algo del estilo, no más".

En un tiempo récord, el equipo de Gobierno reactivó un expediente paralizado desde 2011, propuso una modificación estructurante del Plan Municipal que ampliaba los usos globales permitidos en la parcela, y se dispone a aprobar el proyecto en el próximo Pleno.

La sospecha de que los intereses de Navarra Suma y de los promotores iban de la mano aumentó al conocerse que las mismas consultorías -Humaro y Deurban Abogados- elaboraron el proceso participativo para el Ayuntamiento y para los promotores, que también pusieron en marcha su propio proceso de participación.

Pese a tratarse de expedientes diferentes -el Ayuntamiento presentó una modificación estructurante y los particulares, del plan parcial- el procedimiento se realizó simultáneamente, con un intervalo de apenas 24 horas entre los dos procesos de participación.

Que el Ayuntamiento y los promotores hayan compartido el procedimiento ya cuestiona el carácter independiente de la tramitación, pero es que este solapamiento también ha provocado que el proceso de participación haya quedado desvirtuado, dejando entrever que la decisión ya estaba decidida de antemano, como algunos de los comerciantes afirmaron al terminar las sesiones telemáticas: "Fue un paripé".

La parcela en cuestión tiene una superficie de 59.467 metros cuadrados y se ubica en el límite entre Pamplona y Galar, colindante con el centro de atención animal y la nueva gasolinera que conecta la calle Sadar y la avenida de Navarra.

Frente a los 5.000 metros cuadrados de los que habló el alcalde, los promotores ( Elsario SL y Jamyda Patrimonios SL) plantean construir una superficie comercial que oscila entre 6.100 y 11.100 metros cuadrados.

Han presentado tres alternativas. La primera propone destinar 11.109 m2 para uso comercial de altura B+1 y 9.100 m2 para una residencia de estudiantes.

La segunda opción plantea la misma parcela para uso comercial, pero en vez de una residencia incluye un edificio para oficinas.

La tercera propuesta contempla dos parcelas comerciales (una de 3.175 m2 y la otra de 2.933 m2), además de una residencia comunitaria en la parcela de 9.100 m2 y un edificio de oficinas en la parcela de 5.000 m2.

Las asociaciones de comerciantes y vecinales fueron las primeras en posicionarse en contra del proyecto, al considerar que afectará muy negativamente a un comercio local que ya está muy tocado por la pandemia.

Temen que los efectos se noten especialmente en los barrios más cercanos (Milagrosa, Azpilagaña e Iturrama), ya que la nueva comercial puede ser ampliada hacia los terrenos pertenecientes a la Cendea de Galar y convertirse en un nuevo polo de atracción para el ocio y las compras de los pamploneses.