El primer tatuaje de Idoia Basterretxea, 39 años, fueron dos tiritas cruzadas en su codo. En la actualidad, el dibujo grabado en su piel se ha convertido en el nuevo taller de serigrafía textil, Tiritak, situado en la calle Compañía 11. El logo, como no es de extrañar, son dos tiritas cruzadas.

Tiritak surgió cuando el bajo de la calle Compañía, que ya disponía de licencia de taller, se quedó libre en octubre del año pasado. "Era una oportunidad que no podía perder porque se me había acabado el paro y no veía muchas posibilidades más", relata Idoia. Por eso, no se lo pensó dos veces y con la indemnización del despido, dinero que había ahorrado durante años anteriores y una ayuda familiar adquirió el taller e "inicié esta aventura", señala.

Tras varios meses de gestiones, Idoia levantó la persiana en enero. Los tres primeros meses, confiesa, fueron difíciles, aunque "a base de visitas, visitas y visitas algo de trabajo iba saliendo, pero todo se notaba muy parado", confiesa. Afortunadamente, incide, desde hace un mes se ha notado un incremento de la actividad: "La gente se está animando y hace más pedidos. Últimamente he estado trabajando sin parar al cien por cien. Me lo he currado mucho, pero tampoco esperaba que tuviera tanto trabajo. También necesitas un golpe de suerte y de momento la estoy teniendo", asegura.

La mayoría de los pedidos, explica, son de clientes individuales que quieren una estampación en una prenda. "Vienen con un boceto y estampo su idea en una camiseta, que la pueden comprar aquí o traerla ellos". También le han encargado grandes pedidos. Por ejemplo, Alde Zahar Ekimena, que agrupa a diferentes colectivos del Casco Viejo de Iruña, le ha solicitado 300 camisetas con el logotipo de la asociación. O 900 con una estampación a cuatro colores para el programa 3 Ene Kantak que se emite a diario en ETB 3. En todos los casos utiliza tintas ecológicas, en concreto, tintas al agua, que emplea el agua como base solvente para transportar el pigmento.

Paso a paso ¿Cómo se estampa una imagen en una prende de vestir? El proceso, asegura, "es más complejo de lo que parece a simple vista" y empieza en el ordenador. "Lo primero es el tratamiento de la imagen y la separación de cada uno de los colores que conforma la estampación", explica. Una vez que se ha producido la separación, los distintos colores que conforman la imagen se pasan a unos acetatos, unas transparencias necesarias para el siguiente paso, la realización de pantallas donde se van a estampar los colores. En la pantalla se coloca un producto sensible a la luz y el acetato con la imagen. "Se proyecta una luz. Entonces, donde no está negro, le da la luz, se endurece y se queda una imagen sobre la que se coloreará", indica". En este momento, se vierte la tinta en la pantalla, se extiende con la regleta y "ya se queda plasmado sobre la camiseta". Acto seguido, se le aplica un "secado intermedio" y se plasman los siguientes colores en sus correspondientes pantallas.

Por último, cuando todos están plasmados, la prenda de vestir "pasa por el horno para que se fije la tinta en el tejido y así no se despegue", explica.

La gestión del taller Además de este laborioso proceso, Idoia se encarga de todo lo que conlleva regentar un negocio propio: hacer los pedidos a los proveedores -telas y tintas, fundamentalmente-, la atención al cliente, la organización de las entregas... "Al estar sola hay muchas tareas que me suponen mucho tiempo e intento que no me desborden", reflexiona.

Para tener todo bajo control, apunta, la experiencia de 12 años de trabajo en talleres de serigrafía tanto en Barcelona como de Pamplona es fundamental. "Aprendí todo el proceso que hay involucrado, desde el pedido hasta la entrega, no me quedaba en un eslabón concreto. Gracias a esos años de trabajo puedo abrir mi propio taller", finaliza.