olón, tolón; tolón, tolón. Las calles del Casco Viejo de Pamplona retumbaron ayer al mediodía. El sonido procedía de las 11 campanas de la Catedral de Santa María la Real, que se tocaron y voltearon en honor a Santiago, una festividad que este año, al ser Xacobeo, se celebró de forma especial con Campanas por el Camino. A la iniciativa se sumaron las Iglesias de San Lorenzo y San Nicolás, otras muchas de Navarra como la de Zabaldika, que posee la campana más antigua de la Ruta Jacobea; diócesis estatales e incluso de lugares tan remotos como la localidad congoleña de Inongo o la inglesa de Canterbury. Toque y volteo por Santiago.

A las 11.40 horas, los campaneros de la seo pamplonesa, un grupo de 30 voluntarios que en los días señalados por la Iglesia se encargan del toque manual de las campanas de la Catedral de Pamplona, comenzaron la función. "Hemos realizado tres toques de tres minutos cada uno y entre cada toque un descanso de dos minutos. Además, con motivo de este evento, se nos ha unido la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Navarra, que entre el primer y el segundo toque han cantado la aurora que siempre interpretan al comienzo y al final de una etapa de la Ruta Jacobea", explicó Javier Mangado, portavoz de los campaneros de la Catedral de Pamplona. A su vez, ayer también ejerció de director de Gabriela, una campana de 2.697 kilos y fundida el 18 de julio de 1519. "Es la mayor de España que se voltea. Se necesitan seis personas para mantener el volteo y ocho para frenarla", señaló Javier.

Justo en frente, en la torre norte de la catedral, Juanma Urtasun Díaz, campanero jefe, dirigía a María, campana fundida por Pedro de Villanueva el 15 de septiembre de 1584 y la mayor en uso de España. "Es la más emblemática y corpulenta. Pesa entre 10 y 11 toneladas y el badajo (pieza alargada que cuelga en el interior de las campanas) 248 kilos y es de hierro. Es imposible pararlo con la cabeza", bromeó Juanma. Además, es la más sonora, ya que su sonido se escucha a 14 kilómetros a la redonda.

Juanma comentó que la campana María se tocaba entre dos personas: "Uno coge de un lado y otro del otro. Y nos turnamos cuando vemos que ya empieza la fatiga". Para esta especial ocasión, le acompañaron Toño Domínguez Martínez -lleva una década tocando la campana María-, Jesús María Ororbia Liberal -campanero desde 1996- y Álvaro Sanz Lecumberri, el más joven de todos y con siete años en activo. "A mis amigos aún no les he invitado porque no están acostumbrados a las alturas", confesó Álvaro.

José Miguel Rey Beaumont, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Navarra, Javier Mangado, campanero de la catedral, y Arantxa, campanera y miembro de Amigos del Camino, fueron los precursores de esta iniciativa. Con la pandemia, la Ruta Jacobea "se había invisibilizado y en uno de mis paseos se me ocurrió que había un camino que era un intangible, totalmente universal y reconocible; las campanas y su música", relató Arantxa. A partir de esa idea, los tres se pusieron en contacto con el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez González, y el deán de la Catedral de Pamplona, Carlos Ayerra. "Se entusiasmaron antes de que termináramos la explicación. Con los cinco primeros minutos ya se quedaron maravillados", recuerda Arantxa.