Varios propietarios de establecimientos hosteleros del Casco Antiguo de Pamplona cerrarán durante el juevintxo de esta semana como muestra de repulsa a la agresión sufrida por un compañero suyo el pasado viernes y en rechazo al vandalismo. Un buen número destablecimientos hosteleros de San Nicolás han decidido así echar la persiana las tardes de Juevintxo, entre las seis y seis media, como medida para contener las aglomeraciones, incidentes y botellones, y en señal de protesta ante la oleada creciente de violencia en las calles de lo Viejo y que se ha acentuado con el inicio del curso escolar. Así, diversos locales de las calles San Nicolás y Estafeta y de las plazas del Castillo y de Navarrería bajarán su verja en torno a las 18 horas -y no abrirán hasta el día siguiente- para condenar no solo el último grave incidente registrado, que "ha sido la gota que ha colmado el vaso", sino los distintos altercados que han vivido en las últimas semanas.

"No solo ha sido el viernes, sino también durante varios jueves. La situación se nos escapa de las manos", denunciaba ayer Juan Carlos Oroz, portavoz de Anapeh. La convocatoria ha sido promovida por los hosteleros de la calle San Nicolás, donde se encuentra el bar Dom Lluis, en el cual se dio la agresión a un hostelero que fue golpeado por varios jóvenes. Tras la pelea, tuvo que ser trasladado a Urgencias.

"Tenemos encontronazos y broncas por hacer cumplir las normas de llevar la mascarilla o no beber de pie, y para muchos encima somos los culpables de hacer cumplir las normas", denuncia Oroz.

A pesar de que el Ayuntamiento de Pamplona acordó el lunes reforzar el dispositivo policial en la calle San Nicolás y San Gregorio, Oroz cree que la prevención ha sido "insuficiente", y que los hosteleros se sienten "indefensos e inseguros".

La potente campaña ha sido secundada por otros locales de lo Viejo, en concreto de las calles más afectadas por los incidentes como son San Gregorio, Estafeta, Plaza del Castillo y Navarrería. Ayer por la tarde confirmaron su cierre, también en solidaridad con los vecinos, bares como el Mesón de la Tortilla y el Caballo Blanco en Navarrería, el Ultzama.

Desde el Mesón de la Tortilla, situado en la Plaza de Navarrería, y el Mesón de Caballo Blanco se unen a la protesta por las agresiones y actuaciones incívicas en el último juevintxo a cerrar sus puertas en torno a las 18 horas. "Ya no es solo por la agresión, que nos parece una vergüenza y las autoridades deben de hacer algo, lo hacemos también por solidaridad con los vecinos", explicó el dueño del local. "Colocaremos un cartel en la puerta para dejar claro nuestro rechazo a estas actitudes de ciertas personas en los juevintxo", añadió.

En la calle San Nicolás, una de las más afectadas por la violencia de los botellones, son varios los establecimientos que se unen a este cierre solidario. "Somos como Fuenteovejuna, todos a una. Es una vergüenza lo que está ocurriendo. El otro día fue el dueño del Don Lluis, pero mañana podemos ser cualquiera de nosotros y nadie nos protege. Pedimos un poco de civismo, que esto parece la ciudad sin ley", señalaron desde el Bar Ulzama. En la semana anterior les robaron varios pintxos, muchas consumiciones se quedaron sin pagar y el aforo era incontrolable. "Se nos pitorreaban en la cara", declaró una de las camareras. El bar Otano también se suma a la reivindicación: "Nosotros apoyaremos lo que decidan los hosteleros porque es una vergüenza. Cada semana la cosa va a peor y se deben tomar medidas".

Reunión con el Ayuntamiento

Por otro lado, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y los concejales delegados de Comercio, Ana Elizalde, y Seguridad Ciudadana, Javier Labairu, se han reunido esta tarde con representantes de los hosteleros de la capital para transmitirles su apoyo al sector, compartir con ellos su preocupación ante la oleada creciente de violencia que se está produciendo en las últimas semanas en momentos puntuales en las calles del centro de la capital y analizar las medidas a adoptar.

Desde el sector ya plantearon la semana pasada a Salud la necesidad de desescalar las medidas restrictivas y llevara cabo una "apertura escalonada de los diferentes establecimientos hosteleros, cafeterías, sociedades etcétera y volver a regular el funcionamiento de los bares volviendo a los horarios anteriores a la pandemia". "Creemos que si hay diferentes establecimientos abiertos a diferentes horas se minizaría la presencia de gente en las calles. Con el cierre tan temprano de la hostelería, a la una, la gente se queda con ganas de marcha", subraya Carlos Albillo que reconoce que la situación se ha ido "degradando".

Desde el Consistorio, se les ha trasmitido la disposición por seguir trabajando para hacer frente a esta situación con la formación, entre otras medidas, de una mesa de trabajo en la que estarán presentes todos los agentes implicados en este problema.

Los representantes municipales y los de los hosteleros han puesto en común en este encuentro su preocupación por los incidentes violentos que en las últimas semanas están tenido lugar fundamentalmente en las noches de los jueves y de los fines de semana en las calles del centro de la capital, que están dañando a uno de los sectores a los que más está afectando la crisis sanitaria, y que además sigue sufriendo las restricciones y efectos negativos derivados de la pandemia.

A la reunión, que ha tenido lugar esta tarde en el despacho del alcalde, han acudido, por parte de los hosteleros, Natalia Ecay vicepresenta y Nacho Calvo secretario general de la Asociación de Hostelería y Turismo de Navarra (AEHN); la secretaria general de la Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería (ANAPEH), Beatriz Huarte; y el gerente de la Asociación Casco Antiguo de Pamplona, Carlos Albillo. Desde el Ayuntamiento se les ha confirmado que ya se han empezado a tomar medidas para afrontar la situación generada, con un refuerzo de los efectivos de Policía Municipal en los momentos y lugares en los que se suelen producir estas masificaciones y altercados violentos.

Hosteleros y representantes municipales han coincidido en que este problema no se puede abordar únicamente desde la perspectiva policial, y, en este sentido, el alcalde Enrique Maya les ha adelantado que desde el Consistorio ya se está trabajando en la constitución, próximamente, de una mesa de trabajo que pueda abordar el problema desde diferentes perspectivas de cara a encontrar las soluciones más adecuadas. Se trata de un equipo al que se invitará a participar a todos los agentes implicados, como vecinos de la zona, los propios hosteleros o el colectivo de personas jóvenes, a través de su presencia en asociaciones o agrupaciones, así como las universidades y los cuerpos policiales junto con el propio Ayuntamiento y el Gobierno de Navarra.

Además se ha analizado la necesidad de una normativa foral anti-botellón y la eliminación de las actuales restricciones que afectan a la hostelería a consecuencia del Covid.