Fue el banderillero más famoso de la historia de la Feria del Toro. Juan Luis de los Ríos Raposo, más conocido como El Formidable, falleció ayer a los 78 años en la ciudad gaditana de Jerez de la Frontera, de donde era natural.

El apodo de El Formidable le vino de su activa y popular participación en un programa que llevaba en Radio Madrid el popular Alberto Oliveras llamado “Ustedes son formidables”. Antes de hacerse banderillero, también probó suerte como novillero. El mundo taurino, en especial el de Pamplona, ha reaccionado con tristeza y los comentarios durante la jornada y las redes sociales le han tenido muy presente.

Sin duda, El Formidable ha sido uno de los toreros más famosos y coreados en las últimas décadas en la plaza. Y, sin duda, ha sido la máxima figura del escalafón de plata en Pamplona. Sus duelos en los segundos tercios ante los toros más grandes y de las ganaderías más encastadas eran todo un acontecimiento. Incluso, hubo aficionados, sobre todo de localidades de sol, que preferían una fecha y función determinada si El Formidable estaba anunciado en algunas de las cuadrillas de la terna del día. El Formidable, al que le venía que ni pintado el nombre artístico por sus formidables hechuras y su enorme capacidad profesional, se convirtió en un ídolo a pesar de ser un actor secundario.

Los ánimos coreados por toda la plaza “Formidable, Formidable” son parte del eco inmortal de varias generaciones de aficionados. Sus puestas en escena eran todo un acontecimiento y siempre fueron acompasadas, además de con la voz, con las palmas. En numerosas ocasiones tuvo que desmonterarse y saludar a petición del publico, que le brindó atronadoras ovaciones.

Juan Luis de los Ríos toreó en Pamplona en alrededor de 20 ocasiones. Lo hizo las órdenes de tres toreros: José Luis Galloso, Francisco Ruiz Miguel y Tomás Campuzano, de cuyas cuadrillas formó parte. Sus mejores tardes, que le auparon a la fama, fueron las correspondientes a los años 80.

Su talla y abundantes kilos despertaron gran admiración. Lo previsible, entre imposible y esperpéntico, se convirtió en hazaña admirable. Su hijo del mismo nombre fue novillero y banderillero, pero ya sin tanta repercusión. Además falleció en 2013; una pérdida de la que El Formidable no pudo recuperarse, según recuerdan quienes le conocían. Descanse en paz