La decisión del Ayuntamiento de Pamplona de cubrir el patio del colegio público de Ermitagaña trae de cabeza a un grupo de vecinos de unas viviendas cercanas, preocupados por el efecto que tendrá la nueva estructura de 9 metros de altura que se pretende levantar.

"Nos quieren colocar una pared frente a nuestras ventanas. No nos oponemos a que tapen el patio del colegio, lo único que pedimos es que se reduzca el tamaño y no afecte tanto a nuestros pisos", comentó el martes Luis Urrizola, uno de los afectados, acompañado por un nutrido grupo de vecinos del barrio.

Son residentes de la Cooperativa de Viviendas Ermitagaña, ubicada frente al centro escolar, que conocieron por los medios de comunicación las intenciones del Ayuntamiento de tapar una parte de la zona deportiva del colegio.

Tras el desconcierto inicial, el problema vino después, cuando conocieron el proyecto y las dimensiones de la cubierta prevista, que protegerá una pista grande y otras dos más pequeñas.

Será una estructura de madera laminada y envolvente 9 metros de altura. La superficie cubierta alcanzará los 1.333,75 metros cuadrados con unas dimensiones de 48,50 x 27,50 metros. Además, el proyecto incluye habilitar dos nuevas zonas ajardinadas, de 323 y 275 metros cuadrados, junto al nuevo espacio cubierto.

El presupuesto de licitación para el conjunto de la intervención asciende a 825.858,14 euros, con un plazo de ejecución de cuatro meses, según aprobó la Junta de Gobierno Local a principios de octubre.

La previsión era que los trabajos comenzaran en diciembre. De hecho, ya han llegado al lugar varios cargamentos con material para iniciar la construcción.

Semanas antes, tras saber de la existencia del proyecto, vecinos de la Cooperativa de Ermitagaña contactaron con el Ayuntamiento para conocer detalles del mismo y estudiar la manera de reducir los efectos de la nueva estructura en sus viviendas.

Los residentes consideran que la cubierta afectará directamente a los pisos, sobre todo a las tres primeras alturas de los números 8 y 6, y en menor medida, a las del número 4.

La cooperativa cuenta con cuatro bloques de nueve alturas, hay cinco portales y 100 viviendas en total.

"Que se reduzca el tamaño de la cubierta"

"Nos enteramos por la prensa del proyecto. Nadie nos dijo nada antes. Luego hemos comprobado, por los planos que hay, que las plantas bajas van a ser las más afectadas por la cubierta. Tampoco nos han tratado muy bien en el Ayuntamiento y han usado argumentos falsos, como que el proyecto era una exigencia del PSN que no se podía modificar", aseguró otro de los residentes, José Ramón García Cólera.

Más de medio centenar de vecinos salieron el otro día a la calle para exponer sus preocupaciones y pedir que les hagan caso . Lo primero que quieren dejar claro es que ellos no se oponen a que se cubra el patio del colegio, pero piden al Ayuntamiento que busque una opción menos perjudicial.

Un pequeño grupo de ellos se ha encargado de gestionar las llamadas al Ayuntamiento para preguntar por el proyecto, acudir a las pocas reuniones celebradas o tramitar instancias por escrito al comprobar que no les están haciendo demasiado caso.

Se les ve enfadados. Se quejan de no haber sido informados de la envergadura del proyecto y de la falta de respuestas cuando han pedido explicaciones. Sobre todo critican al concejal de barrio, Fernando Villanueva, al que la Junta Directiva de la Cooperativa solicitó que interviniera.

Lo único que obtuvieron del citado edil fue un rapapolvo por haber informado del problema al resto de los grupos municipales y que les remitiera a otra área municipal, la de Proyectos Estratégicos, Movilidad y Sostenibilidad, para que ahí se encargaron de ellos.

"Hemos tenido la sensación de que se echaban la pelota unos a otros y mientras tanto ya tienen todo preparado para comenzar los trabajos", comentó Ángela Ízcara.

Después de mucho insistir, los vecinos mantuvieron una reunión con dos técnicos municipales -uno de ellos, el diseñador del proyecto- que les dieron detalles concretos sobre el emplazamiento y las dimensiones de la nueva estructura.

El pasado 13 de diciembre, se celebró una Junta General Extraordinaria de la Cooperativa Ermitagaña, donde los vecinos fueron informados de las gestiones realizadas hasta ese momento y del resultado de las mismas.

"Por la proximidad de la nueva instalación, los primeros pisos se verían afectados totalmente debido a la distancia a la que se pretende instalar la cubierta y al volumen y altura de dicha estructura" comentó uno de los asistentes a la concentración improvisada en la plaza Bartolomé de Carranza, junto al mercado del barrio.

"Son viviendas a las que se colocaría un muro delante, teniendo en cuenta además que las de orientación sur ya están castigados, pues lidian con un parque infantil con toda la problemática de ruidos que conlleva", aseguró otro de los vecinos.

Quieren que se cuente con ellos y que el Ayuntamiento atienda sus propuestas sobre el proyecto. "Hemos planteado un cambio de orientación de la cubierta, para que no esté pegada a las viviendas, pero nadie nos dice nada", indicó Ángela Ízcara.

Lo que está claro es que no se van a rendir fácilmente. Forman un grupo compacto; muchos de ellos llevan viviendo ahí 46 años y se conocen todos con el nombre de pila. Además, hay unos cuantos jubilados con tiempo disponible y ganas de defender su postura frente a la burocracia municipal.

No van a parar y aún confían en que el concejal de Proyectos Estratégicos. Fermín Alonso, y el de Educación, Fernando Sesma, se reúnan con ellos para plantear alguna salida. "Al menos que nos escuchen, porque así no se pueden hacer las cosas".