Dinero público para defender que Pamplona es la capital de Navarra.

Este es el anuncio que el alcalde Enrique Maya ha realizado en una rueda de prensa celebrada este martes en el edificio consistorial.

El alcalde ha vuelto a reiterar su oposición al nuevo sistema de financiación local que prepara el Gobierno foral con el respaldo de todos los grupos parlamentarios, excepto Navarra Suma.

En este contexto ha anunciado que el Ayuntamiento de Pamplona pondrá en marcha una campaña de comunicación para defender que Pamplona es la capital de Navarra, lo que según ha dicho está en riesgo tras el acuerdo político entre la presidenta María Chivite y Adolfo Araiz (Bildu).

Maya ha comentado que el lema de la campaña será ‘Pamplona es la capital’.

No ha informado del dinero que está previsto destinar a la iniciativa, pero ha asegurado que será en todos los formatos y que también se enviará a los ciudadanos información a sus domicilios.

Ha asegurado que “este alcalde y todo el equipo de gobierno defenderemos hasta donde haga falta nuestros derechos” ya que se trata de “un tema grave”.

Maya ha insistido en la necesidad de crear un grupo de trabajo entre el Ayuntamiento y el Gobierno de Navarra para determinar las competencias que se dejarían de ejercer sin la financiación derivada de la Carta de Capitalidad derogada y, además, cómo se pagarían los costes de esas competencias a partir de la aprobación de la nueva financiación local.

El alcalde ha señalado que “la Carta de Capitalidad no tiene solo trascendencia económica. Lo económico es consecuencia de lo institucional. Pero lo grave de la derogación en el ninguneo a Pamplona; el usurparnos un papel, un estatus singular; es un ataque sin precedentes desde hace 25 años a Pamplona”.

Cree que derogación de la Carta de Capitalidad “crea una brecha de difícil sutura en el futuro de las relaciones Ayuntamiento - Gobierno”, aunque el alcalde ha aclarado que “Pamplona ha sido, es y seguirá siendo solidaria”.

El alcalde ha hecho referencia a las dos cartas enviadas a la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, insistiendo en la necesidad de crear un órgano común abordar las consecuencias de la derogación de la Carta de Capitalidad.

A la primera misiva, Chivite respondió diciendo que no procedía poner en marcha ese órgano. La segunda no ha tenido respuesta por el momento.

En esa carta, se emplazaba al Gobierno de Navarra a que asumiera el coste de servicios delegados, actividades impropias o servicios sobredimensionados que ofrece hasta ahora el Ayuntamiento y que quedarán sin financiación al no contar con esa Carta de Capitalidad.

Maya ha cifrado en unos 6 millones de euros el dinero que Pamplona dejará de ingresar directa e indirectamente si el Parlamento permite este jueves al final de la carta de capitalidad, pero también ha advertido de que los impuestos de los pamploneses no servirán para que al Gobierno le salga gratis la prestación de determinadas competencias.

La razón es que hasta ahora eran competencias impropias que prestaba Pamplona sin que el Ejecutivo pagara su coste total, por ejemplo con Escuelas Infantiles, Escuela de Música, Escuela de Arte, Oficina de Rehabilitación, licencias de obras, control de piscinas, vigilancia y control de la contaminación o actividades clasificadas, protección a la infancia, Teatro Gayarre y servicios sociales, entre otros.