Pamplona tiene en la actualidad casi 20.000 vehículos más que a principios del siglo XXI (contaba en 2000 con 102.288), para llegar en la actualidad a 123.498. Según las estadísticas del Ayuntamiento de Pamplona, desde el año 2014 se ha incrementado en 6.211 vehículos y, además, han crecido en todas las tipologías, excepto camiones, furgonetas y remolques. En estos momentos, hay contabilizados un total de 96.087 coches, 13.797 motocicletas y 10.818 furgonetas y camiones. Como dato curioso, hay que señalar que en Pamplona están censados 1.435 tractores en estos momentos.

El ascenso es claro. Pamplona está cada vez más motorizada. En la última década los turismos han pasado de 91.897 de 2012, a los 96.087 de 2021, 4.190 coches que ha tenido que absorber el sistema de tráfico de la ciudad. Respecto a los datos de 2014, ahora hay también 838 motos y 47 autobuses más. El número de motos crece de forma ininterrumpida desde 2017. En el histórico, desde el año 2016 el número total de vehículos que componen el parque móvil de Pamplona también no ha hecho más que crecer. En 2021 aumentó un 1,34%, y el año en el que más subida experimentó fue en el anterior al confinamiento. Así, en 2019 el aumento fue de un 1,85%, mientras que con la pandemia la subida fue menor, de apenas un 0,95%.

¿Está Pamplona preparada para asumir este aluvión continuado de vehículos? Urbanísticamente no, y la ciudad , aunque va adaptando sus vías, ya ha ido sacando del Casco Viejo a los coches. Por una cuestión de lógica, porque los turismos no pueden ocupar el espacio urbano a sus anchas, pero también, por responsabilidad medioambiental y con la salud de su ciudadanía. Y en este sentido, las normativas europeas son claras: para 2023 las ciudades de más de 50.000 habitantes habrán tenido que implantar en sus municipios PMUS, Planes de Movilidad Urbana Sostenible, y lo que se denominan zonas de bajas emisiones (ZBE), espacios en los que se implantan una serie de medidas para mejorar la calidad del aire y la salud de los ciudadanos, reduciendo las emisiones de contaminantes atmosféricos y el ruido generado por los vehículos. Asimismo, las ZBE conllevan el cambio modal hacia modos de transporte más sostenibles; con el impulso, también, de la eficiencia energética en el uso de los medios de transporte, contribuyendo a la electrificación del mismo.

Zona de bajas emisiones Recientemente, el Ayuntamiento de Pamplona ha recibido casi un millón de euros, 914.726,23 euros, para el desarrollo de sistemas de gestión de una Zona de Bajas Emisiones, con métodos de control de calidad del aire y ruido en los barrios del centro de la ciudad, además de otros 924.303,53 euros para aparcamientos disuasorios, de apoyo a esa Zona de Bajas Emisiones, en Arrosadia, Rochapea, Trinitarios o San Jorge. Estas medidas preparan a la ciudad para el futuro, aunque lo ideal sería, de forma paralela, que la ciudadanía se fuese inclinando hacia la compra de vehículos de tipología ecológica, menos contaminantes. La normativa europea así lo va a exigir en un futuro no muy lejano, pero, además, ahora también con la actual crisis de los combustibles fósiles cabría pensar que la demanda va a ir apostando por nuevos modelos híbridos o 100% eléctricos.

Javier Zardoya, responsable de la Agencia Energética Municipal, opina que el cambio hacia nuevas tecnologías verdes ya ha comenzado hace un tiempo: "El punto de inflexión ya se había dado y las ventas de vehículos eléctricos e híbridos ya habían comenzado a aumentar y lo estábamos notando claramente en el número de recargas realizadas en las infraestructuras (los postes) disponibles en la ciudad". Hay 46 plazas de recarga de vehículos eléctricos y su uso, además, está experimentando un aumento exponencial en los últimos meses: en el último medio año se han registrado un 250% más de cargas que en el periodo anterior.

Según datos de la DGT de los dos primeros meses de 2022, en lo que va de año se han matriculado en toda la Comunidad Foral 75 vehículos de tipología eléctrica, otros 15 de gas licuado y hay 68 más sin especificar, unas estadísticas que dan a entrever que hay movimiento en el mercado. En lo que respecta a Pamplona, desde 2011, casi 300 vehículos cuentan con el distintitivo rojo que les exime de pagar la zona azul. Hace una década fueron 4 los solicitantes, mientras que en 2021 ya llegaron a 284.

La evolución se constata en las recargas realizadas en los postes de la ciudad para coches eléctricos o híbridos enchufables: en estos momentos, hay 22 postes por toda la ciudad: 2 son de gestión municipal (2 postes de recarga semirápida con 2 tomas cada uno) y 1 de recarga rápida (con 3 tomas); Iberdrola gestiona por concesión 3 postes (con dos tomas cada uno) y Vilalta, otros 10 postes de recarga semirápida (2 tomas) y 6 de recarga rápida (3 tomas).

342 USUARIOS EN 6 MESES

En los últimos 6 meses, según la Agencia Energética, se han producido 1.795 cargas, de un total de 342 tarjetas (usuarios), y "con una tendencia claramente ascendente mes a mes". Además de estos usuarios, hay una gran parte de propietarios que dispone en sus garajes de estaciones de recarga, que no aparecen en las estadísticas. Y a estos hay que sumar la flota municipal del Ayuntamiento de Pamplona, que comienza a renovarse: "El año pasado se realizó por primera vez una auditoria completa de la flota y se ha acelerado su sustitución, dando de baja varios vehículos y comprando eléctrico cada nueva adquisición". Se trata, añade Zardoya, de "vehículos cero emisiones". Actualmente, hay 10 vehículos 100% eléctricos. Desde 2017, el Ayuntamiento de Pamplona es socio del proyecto europeo Stardust, cofinanciado por la Comisión Europea, cuyo objetivo es la transformación de las ciudades en modelos urbanos más inteligentes.

UNA ASOCIACIÓN DE USUARIOS

Medio centenar de conductores de turismos eléctricos integra desde hace más de tres años la delegación en Navarra de la AUVE (Asociación de usuarios de vehículos eléctricos). Presidida por Fermín Aldaz, otro de sus integrantes, Iñaki Morrás, destaca que hoy en día el uso de coches eléctricos ofrece una serie de ventajas en Pamplona. "Ahora mismo, tampoco hay muchas excusas para no apostar por un coche eléctrico", indica, porque "económicamente sale bien y hay ayudas". Y en Pamplona cuenta con ventajas añadidas: "Los coches 0 emisiones no pagan la OTA", y además, cuentan con una reducción del impuesto de circulación "del 50% y del 25% los ECO". Desde AUVE se pide al Ayuntamiento también un espacio de recarga lenta, por la noche por ejemplo, en la zona de Trinitarios. El email es delegado_navarra@auve.org.