La corporación adrianesa aprobó en el pleno de ayer con los votos favorables del PSN y la negativa de Navarra Suma el presupuesto que regirá la localidad este año, un documento de 5.579.222 euros que sube 100.000 euros con respecto a 2020.

En cuanto al apartado de inversiones, desvelaba el primer edil Emilio Cigudosa, contemplan una suma total de 370.000 euros. De esa cuantía, desgranaba, 100.000 euros irán destinados a culminar un procedimiento con unos terrenos que lleva tiempo sobre la mesa, 70.000 euros servirán para adecentar el colegio Alfonso X El Sabio y con otros 70.000 euros harán mejoras en la casa consistorial.

El resto de partidas, insistía, serán pequeñas cantidades; 20.000, 12.000 o 10.000 euros que utilizarán, entre otras cuestiones, para invertir en la escuela infantil, en maquinaria para la brigada o en señalización y mobiliario.

Sin embargo, y aunque no aparece reflejado en el presupuesto, el Ayuntamiento pretende renovar el alumbrado público, “una actuación importantísima” en palabras de Cigudosa. Hay que recordar que van a cambiar 1.830 luminarias y 22 cuadros de luz con una inversión de algo más de 900.000 euros.

Por último, y con cargo al remanente en un futuro, no descartan adecentar el asfalto del polígono así como seguir apostando por más suelo industrial, “algo que lleva años pero que tendremos que ponernos manos a la obra”.

De hecho, Navarra Suma la argumentó su voto en contra alegando la falta de iniciativa para atraer empresas y la carencia de suelo.

Este año han añadido una partida de unos 70.000 euros en el presupuesto que irá destinada a cuestiones de limpieza y adquisición de material sanitario para combatir la pandemia y, además, destinarán 30.000 euros a otorgar ayudas directas a los hosteleros. Una vez que se apruebe definitivamente el presupuesto redactarán las bases para poder darlas “lo antes posible”. Todo ello se suma, además, a los sorteos que continuarán haciendo para impulsar el comercio local.

Además, la partida de Festejos se mantiene en 165.000 euros dado que “de momento contamos con que sí habrá fiestas aunque cuando llegue la hora de la verdad veremos por dónde nos lleva la pandemia y teniendo en cuenta que siempre prevalecerá la salud” y, además, en Cultura siguen apostando por una programación variada y segura.

“Es un presupuesto realista que hemos trabajado de forma conjunta todos los miembros de la corporación en tres comisiones. Mantenemos los ingresos y contamos con unos gastos similares. En cuanto a las inversiones, hay algunas pequeñas pero muy necesarias para pasar el año de la mejor manera posible”, apuntaba Cigudosa que insistía en que, a pesar de que los Ayuntamientos van a tener más manga ancha al no tener que cumplir con la regla de gasto, “somos muy sensatos y entendemos que no podemos gastar grandes cantidades; el presupuesto tiene que ser equilibrado en cuanto a ingresos y gastos”.

La corporación municipal aprobó la plantilla orgánica, que se mantiene y, además, congeló las tasas e impuestos municipales.

En este sentido, destacaba Cigudosa, el Ayuntamiento no cobrará por el uso de suelo público en todo el año ni a hosteleros ni al mercadillo semanal. “Es una forma de ayudar en la medida de nuestras posibilidades a estos gremios que tan mal lo están pasando. Tratando de no romper el equilibrio presupuestario, toca ponernos el mono y echar una mano”.

Las inversiones. Adecuarán la casa consistorial y el colegio, terminarán unos trámites con un terreno y, aunque no aparece reflejado en el presupuesto, renovarán el alumbrado público.

Pandemia. Han creado 70.000 euros para limpieza de edificios y adquisición de material y 30.000 euros para dar ayudas directas a los hosteleros.

Tasas. Congelan los impuestos y no cobrarán por el uso de suelo a bares y mercadillo.