irurtzun - El ganado volvió ayer a las calles de Irurtzun, localidad que durante siglos fue famosa por su feria. Cuando los animales dejaron de ser parte importante de la economía familiar desapareció esta feria, recuperada hace siete años como escaparate de ganado autóctono y otras propuestas como un mercado de agrario transparente, feria de artesanía, demostraciones de viejos oficios y exposición de antiguos aperos de labranza entre otras. Además, Orritz-Iskidi se encargó de animar la feria con sus personajes mitológicos y un loco rebaño de ovejas latxas que tenía ganas de jugar. Asimismo hubo un concurso de quesos con un jurado popular. Con 15 quesos a concurso, ganó SAT Antsonea, de Uztegi.

La cita, organizada por los ayuntamientos de Irurtzun y Arakil junto con las asociaciones de razas autóctonas de Navarra; Arbaso de artesanos de Euskal Herria; Belardi, que reúne a productores agrarios de Sakana e integrantes del sindicato EHNE-Bizilur, se alineaba con la feria agrícola Lurrama que se celebrará en Biarritz en noviembre con el lema El clima es la vida , según destacó Aritz Ganboa, de Belardi. “Año a año, se invita a productores y productoras de otros territorios europeos para compartir problemática y tejer redes. El invitado de este año es Navarra”, apuntó.

Así, la feria de Irurtzun y Arakil quería ser la antesala para este evento, con una representación de agricultores de la iniciativa Idoki del País Vasco francés que amplió la oferta de la feria con queso, lácteos, harina de maíz rojo y pimientos de Ezpeleta que junto a vinos navarros, quesos DO idiazábal, miel, pan o verdura entre otros productos en una veintena de puestos. En la feria de artesanía fueron doce.

“Este año queremos hacer hincapié en la importancia de la agricultura familiar y sostenible, uno de los pilares en que se sustenta la feria”, observó Ganboa. “El papel de las personas agriculturas y ganaderas es fundamental en la lucha contra el cambio climático, apuntó Ganboa. Al respecto, incidió en la importancia de los hábitos de consumo, el sistema alimentario y las políticas públicas que se impulsan en este ámbito.

ESPADAS DE SAKANA Gerardo y Eduardo Brun, séptima generación trabajando el hierro en Izurdiaga no faltaron ayer a esta cita. Ayer mostraron como se realiza una espada, desde que tomaba cuerpo hasta su temple. “El mayor reto es que el hierro se doble y vuelva”, apuntaron. Y es que están inmersos en este nuev o proyecto. Todo comenzó cuando Ignota, un grupo de esgrima antigua de San Sebastián, se puso en contacto con los Brun, sabedores de su maestría. “Apuestan por la forja tradicional y nos propusieron que les hiciéramos espadas”, recordaban. Así, comenzaron a investigar y probar en la fragua, horas y horas experimentando hasta conseguir resultados. Lo cierto es que han gustado mucho y algunas espadas ya se han vendido en Portugal. “Queremos realizar una réplica de la espada de Amaiur y otra de la Aixita castillo de Aixita”, adelantaron.