l reto es combinar la construcción sostenible en madera, la transparencia de una ventana y la eficiencia energética en un muro de agua activo para fachadas, un proyecto liderado por Carpintería Garciandía al que se unieron Cener, Soltek, Aldakin, Construcciones Aldaba y Contec Ingenieros, cinco pymes navarras, cuatro ellas de Sakana. Se trata de una iniciativa surgida del proceso de definición de la estrategia de especialización comarcal que lleva desarrollando la Agencia de Desarrollo de Sakana durante estos últimos, dentro del Plan Estratégico de Sakana 2020. Cuenta con una subvención de 585.000 euros del Gobierno de Navarra en la convocatoria de proyectos estratégico de I+D de 2018.

Este muro se llama Trombe, un elemento constructivo modular y ligero pero a su vez un elemento estructural capaz de sustituir a los muros tradicionales, translúcido y con la capacidad de almacenamiento energético mediante un líquido caloportador que alimenta el agua caliente sanitaria. Después de más de un año de trabajo y mucha simulaciones en BIM, ha llegado el momento de llevarlo al plano físico y probarlo en un TrombeLab, una especie de contenedor de madera que se instalado en el exterior de Utzugane orientado al sur. “Tenemos que probar como se calienta con el sol, medir la temperatura, la mejor manera de sensorizar el intercambio de calor”, apunta Aintzane Iriberri, responsable de industria y energía de la Agencia de Desarrollo de Sakana.

El siguiente paso, en unos meses, será probarlo en un edificio real. Por ello, desde la Agencia de Desarrollo de Sakana invitan a los ayuntamiento se Sakana a participar en este proyecto a modo de edificio piloto. “Si está interesado algún ayuntamiento o institución pública que va a rehabilitar un edificio o construir un nuevo inmueble, que se ponga en contacto con la Agencia de Desarrollo”, emplaza esta ingeniera. “Sólo son necesarios dos requisitos, una fachada orientada al sur y el consumo de agua sanitaria para trasladar la energía que se genere”, apunta.

Los muros Trombe son módulos ligeros que consisten en una estructura de madera dónde se han colocado recipientes de vidrio, una especie de peceras que forman un elemento transparente pero sólido y resistente para actuar como muro exterior de un edificio. “La utilización de materiales va en la línea de las últimas tendencias en construcción que apuestan por la utilización de materiales como la madera como soporte estructura”, explica Iriberri.

Estos recipientes de vidrio contienen un líquido que capta el calor de la cámara de aire y lo cede a un intercambiador de calor conectado al sistema de ACS. “De esta manera se consigue un doble efecto de acumulación de energía, en la cámara de aire y en el líquido del recipiente”, explica. Un sistema de sensorización y control es el encargado de que el aire caliente de la cámara sea recirculado al interior en el momento programado, es decir calefacción, y también del aporte térmico del intercambiador cuando el sistema de ACS lo requiera.

El proyecto está coordinado por Carpintería Garciandía, pyme de Sakana con más de 50 años de experiencia en la fabricación de ventanas. Es la encargada de desarrollar y construir la parte estructural del muero, según explica Irirberri, quién destaca la importancia de la participación de Cener, Centro Nacional de Energías Renovales, y en concreto, del departamento de Energética Edificatoria, encargada de los desarrollos teóricos para el diseño y caracterización del muro desde el punto de vista energético y de realizar la transferencia de conocimiento al resto de participantes. Para ello, ha contado con la colaboración del grupo de investigación GPAC y el departamento de Arquitectura de la UPV/EHU. “Han generado este conocimiento; como almacenar el líquido en las peceras y cómo transmitirlo, a través de simulación”, observa. “También asesoran en su transferencia al desarrollo industrial”.

Asimismo, participa Soltek, otra pyme de Sakana especialista en soldado y plegado de tubos que ha desarrollado y fabricado el sistema de intercambio de color. Aldakin, empresa de Altsasu dedicada a la electricidad, electrónica, robótica y automatización, aporta labores de sensorización, automatización y control inteligente del sistema de intercambio de calor para optimizar el uso de energía acumulada. También participa Construcciones Aldaba, empresa de Lakuntza con gran experiencia en el uso de madera a nivel constructivo. Ha sido la encargado de la construcción del TrombeLab. Por último, forma parte Contec Ingeniería-Arquitectrua, pyme de Estella especializada en tecnologías avanzadas. Y es que son expertos en BIM, Industria 4.0 y simulación de escenarios técnicos, económicos, de producción, gestión y organización.