- Con el foco puesto en las medidas de seguridad para evitar la propagación del coronavirus, la sima de Otsoportillo volverá a ser este próximo domingo un lugar de recuerdo y reconocimiento a todas las personas asesinadas tras el golpe militar de 1936. Así es todos los primeros domingos de septiembre desde 1980, cuando familiares de fusilados con la ayuda del Ayuntamiento de Etxarri Aranatz comenzaron a organizar este acto para guardar su memoria. Desde 2017 los ayuntamientos de Sakana se encargan de organizar el homenaje fruto de un convenio de colaboración con el fin de que Otsoportillo siga siendo un espacio de encuentro anual para recordar a todas las víctimas, al margen de su procedencia, lugar de fallecimiento o dónde se encuentren sus restos. Este año es el turno de los ayuntamientos de Altsasu y Urdiain.

Lo cierto es que Otsoportillo es una de las simas inscritas en el Registro de Lugares de Memoria Histórica de Navarra con el objetivo de proteger, conservar y difundir estos espacios para la transmisión de la memoria al tiempo que contribuyan a promover una cultura de paz y convivencia.

El acto oficial por la verdad, memoria, justicia y reparación de las víctimas será a partir de las 12.30 horas después de una misa al mediodía. Habrá actuaciones musicales, intervenciones, aurresku y ofrenda floral. Debido a la crisis sanitaria no habrá hambitako bajo las sombras de las hayas, un almuerzo que hasta ahora no había faltado. "Se colocarán 100 sillas y también podrán estar otras personas de pie, siempre y cuando se respete la distancia de 1,5 metros", explica el alcalde Altsasu, Javier Ollo. Al respecto, apunta que se pondrán carteles para informar sobre la importancia de guardar esta distancia social y también mesas con gel hidroalcohólico.

Símbolo de la barbarie desatada tras el alzamiento fascista, a esta sima de Urbasa, convertida en fosa común, fueron arrojadas al menos 14 personas por sus ideas políticas y militancia. De esta manera, se evitaban enterrarlos. Una escultura de José Ramón Anda les recuerda, una obra que ha sufrido diferentes actos vandálicos.

La accesibilidad a la sima, próximo a la carretera, provocó que el lugar se haya alterado en diferentes ocasiones. Si bien en 1979 se localizaron restos de 14 personas y en 1982 los familiares, ante la falta de autorización para cerrar la sima, recogieron los huesos en una caja metálica, dos procesos de exhumación llevados a cabo en 206 y 2017 en Aranzadi han posibilitado la recuperación de los restos de 11 víctimas y la identificación genética de siete, todos de la zona.De Altsasu eran dos, Víctor Urkijo y José Úbeda. De Olazti eran otros dos, Melitón Aguirre y Miguel Vergara, al igual que de Ziordia: los hermanos Domingo y Francisco San Román. Otro era de Urdiain, Francisco San Román.