"Baikolar bizirik es un grupo de personas que tiene como objetivo denunciar la injusta situación por la que pasa el barrio", se dice en un comunicado que han difundido a través de las redes sociales un grupo de propietarios para dar a conocer la situación de este enclave de Altsasu. "Somos pocas familias y nos sentimos muy vulnerables. Creemos que hay que hay que proteger el entorno de Baikolar y para eso necesitamos la ayudas de todas las personas Altsasu", señalan.

En el escrito también cuentan que es un problema que se remonta a años atrás. Y es que en el Plan Municipal aprobado en 2002 se definía la zona de Baikolar como terreno urbano consolidado al tiempo que se recogía la necesidad de tramitar un plan especial para su calificación. Así, unos años después un propietario solicitó que fuera terreno urbanizable. Ante la negativa del Ayuntamiento, que en 2015 aprobó el uso agropecuario, recurrió a los tribunales y tras varios recursos, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra emitió el pasado año una sentencia firme en la que obligaba al Ayuntamiento a aprobar un plan especial de uso residencial.

"En estos momentos nos encontramos ante un macroproyecto urbanístico para el cual no se ha presentado ningún tipo de estudios de viabilidad, tanto medio ambiental como de habitabilidad y económica", señalan. Asimismo, afirman que desde el Ayuntamiento se les ha planteado dos opciones: derribar todas las casas del barrio para su urbanización completa o consolidar las viviendas existentes renunciando a parte del terreno. "Cualquiera de las dos nos supondría enfrentarnos a un coste económico inasumible para muchas familias", aseguran. Por otro lado, dicen que la actitud del Ayuntamiento "está siendo evasiva" y que "no han aportado ninguna información clara, ni datos concretos en relación al proyecto ni cifras económicas". Al respecto, denuncian "actitud arrogante y totalmente carente de empatía" del arquitecto municipal y que el alcalde se niega a recibirles.

Desde el Ayuntamiento, el alcalde, Javier Ollo, insiste en el que "el Ayuntamiento debe cumplir la sentencia aún en contra de su voluntad" y recuerda que el TSJN no aceptó el recurso de casación presentado y ha requerido en diferentes ocasiones el cumplimiento del fallo. "Este tribunal concluye que se anula el Plan Especial de uso agropecuario porque este desvirtúa el Plan Municipal, en el que se habla de suelo urbano consolidado y un máximo de 15 viviendas por hectárea", señala Ollo.

"Estamos nuevamente ante una anomalía de este plan todavía vigente, ya que vuelva a señalar como sistema de actuación el sistema de cooperación, lo cual no es correcto a juicio de este alcalde", añade. Asimismo recuerda que en septiembre del pasado año se puso en marcha un plan de participación. "Se celebró una primera reunión abierta y posteriormente ha habido dos rondas del arquitecto municipal con cada propietario para estudiar las diferentes alternativas", explica.

En un principio, se plantean dos alternativas de desarrollo residencial, la consolidación de las viviendas existentes o que se queden sin consolidar. "En breve se va a enviar a cada propietario un escrito con las dos opciones que el arquitecto redactor del plan considera factibles para recoger su opinión. Después vendrá un periodo de alegaciones antes de su aprobación final", avanza.