Este curso es especial en Iñigo Aritza Ikastola. Y es que se cumplen 50 años desde su fundación, un aniversario que se celebrará lo largo del curso. Las conmemoraciones arrancarán el sábado con un concierto de Eñaut Elorrieta en el que el cantante y compositor vizcaíno presentará su último trabajo, Irteera argiak. Será a partir de las 20.00 horas en el centro cultural Iortia. “Cómo siempre se ha hecho en la ikastola, queremos ofrecer a la sociedad nuestra visión y nuestros valores, teniendo como eje y como principio el euskera y la cultura vasca”, destacó Leire Baztarrika, directora de Iñigo Aritza. “Invitamos a todo el pueblo a participar en nuestra celebración y a disfrutar con nosotros y nosotras no sin antes felicitar a todas las personas que formamos y hemos formado esta comunidad: familias, trabajadoras y alumnado”, incidió.

Baztarrika, que estuvo acompañada por Olatz Aldaz, presidenta de Iñigo Aritza, y Josu Reparaz, presidente de la Federación de Ikastolas de Navarra; recordó que el movimiento de las ikastolas comenzó su andadura en la década de los 60 cuando por toda Euskal Herria se unieron personas que soñaban con otro modelo educativo. “Surgieron del pueblo, para el pueblo”, incidió. “Imaginaron como querían que fuera la sociedad del futuro; una que amara el euskara y la cultura vasca. Y de la mano del cooperativismo, sembraron la semilla del modelo educativo precursor que fomentaba el modelo de inmersión”, señaló. Hoy en día más de 300 alumnos y alumnas y 200 familias de Ziordia, Olazti, Altsasu y Urdiain forman la comunidad de la ikastola.

“Iñigo Aritza encendió en la Burunda un rayo de luz para la educación en euskera en una noche oscura de 1971”, observó Reparaz, quien felicitó a todas aquellas personas que hicieron y siguen haciendo posible el proyecto de esta ikastola, una de las 15 que conforman la Federación. “Mosaico de personas de diversas ideologías, credos y caracteres que trabajaron por un objetivo común, la historia de Iñigo Aritza Ikastola es el relato de un auzolan gigante”, apuntó. “Es el legado de personas valientes, que enfrentándose a todas las dificultades, decidieron recomponer aquello que estaba en el fondo de sus corazones, aplastado, oculto, pero vivo”, abundó.

Ante la dificultad de nombrar a todas esas personas, Reparaz remarcó la importancia individual de sus aportaciones y de su esfuerzo al tiempo que señaló que una celebración tan redonda supone el “trampolín perfecto para superar nuevos obstáculos en el futuro en el camino de una sociedad mejor educada”. Al respecto, destacó que Iñigo Artiza “representa el modelo de escuela laica, plural, solidaria, activa, innovadora y participativa, enraizada en la sociedad de la que forma parte, que toma las decisiones de forma democrática y que valora el trabajo en red con el resto de las ikastolas de Euskal Herria, en cercanía con las familias y en estrecha colaboración con los pueblos, en su intento de buscar una sociedad más participativa”.