Después de un año de parón, voluntarios y voluntarias de la peña Alegría de Iruña recorrió el domingo buena parte de los pueblos de Sakana para recoger patatas y otros alimentos para las Hermanitas de los Pobres de Pamplona. Y no volvieron de vacío. Fueron 2.200 kilogramos de este tubérculo, casi el doble que en 2019, además de calabazas, alubias, nueces, manzanas, cebollas, puerros y berzas para llenar la despensa de esta residencia de mayores. Asimismo, llevaron 100 euros de donativos.

Era la Operación patata, una iniciativa solidaria que se remonta a 1962. Eran años en los que se trabajaban más la tierra y realizaban dos rutas, una por los valles de Erro y Arce y otra por Sakana. “En la década de los 70 se llegaron a recoger 80.000 kilos de patatas”, recordaba Fernando Setoáin, coordinador de esta peculiar operación que tiene fecha fija, el domingo siguiente a la festividad de Todos los Santos, siempre que Osasuna no juegue en casa.

La cita era a las ocho de la mañana en el frontón Labrit. Junto a rostros habituales como Zuzen Julen Zelaia y Charo Huarte había otros que se han incorporado estos últimos años. Era el caso de Jon y Eneko Flamarique, Gabriel Martínez, chófer de Abaigar Construcciones, que colabora con el camión; Mari Carmen Bernabé, Alfonso y Miguel Contín, Iratxe Prados y June Martínez, juventud que augura futuro a esta iniciativa. “Es algo que no decimos si hacemos o no. Llega octubre y ponemos el día. Siempre hay gente dispuesta”, señaló Setoáin, que cogió el relevo a su padre hace 20 años.

Anunciada por megafonía, la recogida comenzó en Urdiain, la primera parada de esta ruta por los pueblos de Sakana. A la llamada salían a la puerta de sus casas con sacos y cestos. Continuó en Iturmendi, Bakaiku, Etxarri, Arbizu, Unanu, Lakuntza, Arruazu, Uharte Arakil, Irañeta, Ihabar, Hiriberri y SatrustegiContinuó en Iturmendi, Bakaiku, Etxarri, Arbizu, Unanu, Lakuntza, Arruazu, Uharte Arakil, Irañeta, Ihabar, Hiriberri y Satrusteg, donde les dieron las tres de la tarde. A pesar de la lluvia, compañera no invitada a este viaje, los y las voluntarias se mostraban encantadas con la experiencia. Y es que además de dedicar unas horas a una buena causa, la Operación patata también es una mañana de camarería y de buen ambiente, con un buen almuerzo en Etxarri Aranatz. Debido a la pandemia, no hubo comida en la residencia una vez finalizada la tarea.

El club de jubilados de Uharte Arakil también echa una mano

En Uharte Arakil no hizo falta anunciarse. Y es que desde 2014 miembros del Club de Jubilados Donibane les echan una mano con la recogida de alimentos en el pueblo, evitándoles ir de casa en casa. En tarea participan Antonio Huarte, José Gorriti, Pedro Mari Gorriti, Félix Goikoetxea, Eduardo Gonzalo, José Mari Gorriti y José Mari Olasagarre. “Les estamos muy agradecidos. Nos facilitan mucho el trabajo. También queremos agradecer a las gentes de Sakana por su contribución”, destacó Setoáin.