aría Álvarez Pérez, profesora de Filosofía y Valores Éticos, llegó este curso al instituto Sierra de Leyre de Sangüesa con ilusión y ganas de renovar las formas de aprendizaje haciéndolo más participativo con la implicación del alumnado. Con este afán y a sabiendas de que en un curso es difícil desarrollar un proyecto, tuvo conocimiento del Concurso de Ecoinnovación Educativa de Endesa. Sus bases encajaban en sus propósitos y se lo comunicó a sus alumnos y alumnas que aceptaron de buen grado.

"Lo recibieron como algo novedoso y diferente y se animaron sin dudarlo", recuerda la profesora. Concursaron con la pregunta de la primera categoría: ¿Qué es la Naturaleza para ti? . Con este punto de partida, el agua y el río Aragón como conductores, iniciaron un proyecto con el alumnado de segundo de la ESO, tercero del Programa de Mejora del Aprendizaje y Rendimiento (OPMAR) y Unidades de Currículo Especial (UCE). Decidieron conjuntamente apostar por el agua como referente medio ambiental, y e n ello han trabajado desde diciembre de la mano del equipo educativo de NILSA.

"Hicimos un guión con una especie de línea temporal en respuesta a las preguntas: ¿Quiénes fuimos?, ¿quiénes somos? y ¿quiénes podremos ser?", relata. Con este fin, añade, se situaron geográficamente en el río y su viaje con un mensaje claro de concienciación y respeto: "Aunque estemos lejos del mar, el mar empieza en nuestra localidad, en el río Aragón. Y esto nos llevó a su historia, a su uso, al uso y aprovechamientos del agua".

Para mostrar su trabajo y como cierre del proyecto ayer organizaron una mesa redonda moderada por el alumnado con tres expertos locales: Manuel Navallas, Unai Vital y Antonio Vilches que aportaron sus conocimientos sobre el patrimonio histórico, cultural y natural del río, seguidos con gran interés por el alumnado que estuvo acompañado del director general de Administración Local y Despoblación, Jesús María Rodríguez, el gerente de NILSA, Fernando Mendoza, la alcaldesa de Sangüesa, Lucía Echegoyen, y el director del instituto, Sergio Larrión.

Le han llamado el proyecto Oro Azul (poniendo el río y el agua en valor desde su título). Este se ha centrado en 5 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en la Agenda 2030: agua potable y saneamiento, consumo responsable, flora y fauna, flora y fauna terrestre, con trabajos y y entrevistas de campo al respecto, explicó Álvarez.

Lo han hecho a lo largo de estos meses en varias sesiones con la ayuda de educadores ambientales de NILSA, Odei Garzia de Azilu y Naiara Gorostiri, a quienes agradecieron su labor, así como a Iranzu Crespo y Mónica Eceolaza. Con los primeros trabajaron el agua virtual, su consumo, el uso responsable de la misma; visitaron la depuradora local y analizaron los componentes del agua y su contaminación.

El educador Garzía de Azilu, presente aseguraba que "el proyecto se enmarca en trabajos medioambientales como una actividad docente que va en aumento y repercute positivamente en la formación y concienciación del alumnado a través de su propio aprendizaje". María Álvarez, la impulsora de la iniciativa, destacó también lo positivo de la experiencia. "Hemos aprendido y disfrutado mucho con este proyecto creativo en el que ellos y ellas han tomado el protagonismo de su propio aprendizaje. Hemos tocado muchas ramas, en un tiempo en que la pandemia no ayuda mucho al desarrollo de las clases en el aula".

Si la mesa redonda fue novedad en el centro educativo, no lo fue menos la colaboración en la misma de tres vecinos conocedores de varios aspectos en torno al río.

Manuel Navallas, joven historiador local, aportó el enfoque histórico de lo que fue la ciudad en torno al río Aragón con el tema de la riada de 1787; de cómo se originó y se llevó la vida de 587 vecinos de los 2.900 existentes; hundió 426 casas de 465 y aumentó el nivel del río 16 metros, para finalizar con la reconstrucción.

Unai Vital les felicitó por contar con ellos y elegir el río. Centró su exposición en las almadías (medio de transporte fluvial de la madera desde la Montaña hasta Zaragoza o Tortosa, para su venta hasta los años 50 del siglo XX). Con ella cautivó a jóvenes estudiantes y les ayudó a comprender la importancia que tuvo el río y la madera para la industria sangüesina.

Por su parte, el presidente de la asociación ambientalista Ardaska, Antonio Vilches introdujo la diversidad y riqueza del entorno y la conexión de la vida ligada al agua.

Historia, Cultura y Naturaleza sobre la mesa que agradeció el alumnado al que pusieron voz Leyre Hinarejos, de Liédena, e Iker Gorria, de Sangüesa. "Ha sido fundamental para valorar y concienciarnos", subrayaron.

"Una experiencia positiva, creativa y de aprendizaje tiempos de covid"

Profesora de Filosofía y Valores