La consejera de Relaciones Ciudadanas del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, ha presentado este martes a un grupo de alcaldes y alcaldesas de los valles pirenaicos el proyecto Fronteras de Hormigón. El trabajo se está desarrollando en el departamento a través de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos y del Instituto Navarro de la Memoria.

En la reunión también han participado el director General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, Marín Zabalza, y el director del Instituto Navarro de la Memoria, Josemi Gastón, además de representantes de entidades locales de Baztan, Bortziriak, Aezkoa, Erro, Salazar y Roncal.

Según ha informado el Gobierno foral, "Fronteras de Hormigón aproxima a una de las manifestaciones represivas del régimen franquista, el trabajo forzado, quienes construyeron varios búnkeres en la frontera con Francia para proteger al régimen de Franco".

La consejera ha señalado que "se puede convertir en una oportunidad divulgativa de contenido histórico y memorialista para el Pirineo navarro".

Miles de estructuras militares, levantadas en primera instancia por prisioneros republicanos españoles, fortificaron el Pirineo para evitar el ataque de los aliados. Estas estructuras defensivas fueron comunes en la Europa de entreguerras, un periodo en el que la violencia se apoderó de la cultura occidental y que con la llegada de los fascismos adquirió una magnitud mucho más relevante, ha añadido el Ejecutivo.

El proyecto Fronteras de Hormigón

El proyecto Fronteras de Hormigón parte de la investigación que fundamentó la exposición bajo el mismo nombre, inaugurada en 2021, en donde se propone un itinerario de memoria por dos infraestructuras defensivas construidas durante la Segunda Guerra Mundial que casi llegan a tocarse en la desembocadura del Bidasoa, el Muro Atlántico y la Fortificación del Pirineo.

La exposición, tras permanecer varios meses en Pamplona, viajó a Maule y Baiona y estos días se presenta en Oloron-Sainte Marie, fruto de un acuerdo con el Ayuntamiento de esa ciudad y con la colaboración de la Asociación Teres de Mémoires et de Lurtes, con quien el Instituto Navarro de la Memoria viene trabajando desde hace varios años, sobre todo en el entorno del campo de concentración de Gurs. A mediados de marzo, vuelve para ser programada en Ochagavía.

El proyecto además se ha trabajado ya a través de los campos de voluntariado juvenil que el Instituto Navarro de la Memoria viene organizando junto al Instituto Navarro de Juventud desde 2016 (Burguete, Erratzu, Igal, Lesaka, Eugi) y que han permitido la divulgación entre la juventud de una realidad histórica. Los búnkeres defensivos han sido convertidos en espacios de reflexión crítica sobre los procesos de vulneración de los derechos humanos, tanto del pasado como del presente.

Por último, este trabajo ofrece la posibilidad de diseñar un mayor número de campos de voluntariado, organizados, incluso, por las propias entidades locales, apropiándose de esas estructuras y convirtiéndolas en un elemento dinamizador de la actividad comunitaria. Asimismo, plantea la posibilidad de formar a personas o microempresas para que exploten la divulgación de las estructuras de hormigón.

Los búnkeres estarán debidamente señalizados en el marco de una serie de itinerarios con memoria que pasarán a formar parte de la plataforma espaciosdememoria que el Gobierno de Navarra presentó en diciembre de 2021.