Entre momentos de lluvia y ráfagas de viento los peregrinos y peregrinas que salieron ayer de la Ribera comenzaron a recorrer los 100 kilómetros que les separan del castillo de Javier, a donde llegarán en su mayoría hoy por la tarde. Entre las cerca de 2.100 personas que marchan hacia Javier sobresalían, por su número, los jóvenes. Si bien localidades más lejanas como Cortes, Ribaforada, Cintruénigo, Monteagudo o Fitero parten ya el jueves, ayer le tocaba el turno a Tudela, desde donde partieron varios grupos hacia las 6.00 horas, algunos, como Javier Vicente, sólo para ir corriendo hasta El Yugo. La llegada a la ermita arguedana, puerta de la Bardena, no pudo ser más idílica con un gran arcoíris que apareció después de detenerse la lluvia que de forma intermitente cayó desde primera hora de la madrugada hasta las 10.00. El Día de la Mujer se hizo también evidente en la mochila de muchas mujeres que portaban lazos morados.

Desde la Ribera parten cuatro grandes bloques de caminantes, dependiendo del origen. Uno que une en el Yugo a Monteagudo, Barillas, Tulebras, Cascante, Murchante, Tudela, Fontellas, Arguedas, Valtierra y Ribaforada.

En la Bardena se unen también quienes llegan de Fitero, Cintruénigo, Corella y Castejón. Las otras vías son para Buñuel, Fustiñana y Cabanillas por la Cañada de los Roncaleses y para Cortes que se adentra en Aragón. Si en años anteriores salían 29 grupos, en esta edición su número se ha reducido a 25, lo que supone un descenso en la participación que ayer se sintió en las carreteras. De ellos, 7 son de Tudela (antes eran 9), lo que representa unas 500 personas, mientras que el resto (unos 18) salen de las distintas localidades riberas. Desde hace años el número de personas que andan a título individual o en grupos reducidos casi ha desaparecido y ahora está todo más organizado.