Convertir el Cerro de Santa Bárbara en uno de los principales focos de atracción cultural y turística de Tudela era uno de los objetivos que perseguía la intervención que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Tudela en esta atalaya que, en tiempos, fue alcazaba de los musulmanes en el siglo VIII y posteriormente el castillo cristiano desde el siglo XII.

La adecuación del cerro como un paseo musealizado y visitable es una realidad desde el pasado mes de abril, si bien todavía queda por instalar los paneles informativos sobre la historia de los hallazgos (se hará mañana) para culminar esta actuación que se ha ejecutado con fondos europeos. Unos paneles que contarán con un sistema para que el visitante, con su móvil, pueda ver una recreación de cómo era ese fragmento de muralla antiguamente.

CARACTERÍSTICAS El proyecto de los arquitectos María del Olmo Íñigo y Ramón Preciado ha centrado la acción arqueológica y de recuperación en dos sectores: el más cercano al Paseo del Castillo (8.500 metros cuadrados) y el de la ladera sobre la vía del tren (3.500 metros cuadrados), de los nueve que contiene el cerro.

Los trabajos, que se han prolongado durante ocho meses, han supuesto una inversión que ha rondado los 530.000 euros, que ha sido financiada al 65% con ayudas de la Unión Europea.

La intervención del Cerro de Santa Bárbara, una zona en la que había que haber actuado hace ya unos años, además de poner en valor las ruinas que existen en este espacio, debe tener una repercusión positiva sobre el Casco Antiguo y la ciudad.

dos rutas En los 12.000 metros cuadrados que se han acondicionado, Erki, la empresa que ha realizado las obras, ha creado dos rutas peatonales principales y varios pasos alternativos que se acercan a los distintos restos arqueológicos. En el entorno se ha realizado una tarea de desbroce y limpieza de los terrenos (bajo supervisión arqueológica) para la posterior ejecución de los caminos y escaleras peatonales. Junto a los paseos y desmontes se han plantado arbustos aromáticos de la zona, como lavanda, tomillo o romero, entre otros, y se han colocado varios bancos de madera para poder contemplar la magnífica vista del la ciudad y del río Ebro.

Los recorridos principales permiten entender la estructura amurallada del Cerro de Santa Bárbara y se acercan a los restos arqueológicos de dos puntos y a una parte del antiguo foso. Los caminos alternativos, por su parte, se acercan a una zona donde se sitúan restos de viviendas de la antigua judería, de una posible sinagoga y de una torre con parte de la muralla exterior del siglo XII.

La intención con los recorridos principales por el sector más cercano al Paseo del Castillo es transmitir “la importancia de las murallas como elemento defensivo y protector, los métodos constructivos, la organización del trabajo, las implicaciones sociales y económicas, el origen de los materiales, la vida en las murallas (con descripción de las torres, los paseos de ronda y las viviendas de extramuros e intramuros) así como la evolución de la ciudad en relación a las propias murallas”.

Arqueología. Durante los ocho meses de obras no se han producido acciones reseñables. Se ha mejorado, a modo de consolidación, uno de los ángulos de visión de los restos de una torre de la barbacana. También se han “tocado” en otra zona muros de antiguas viviendas del barrio de San Pedro, que serían de época medieval o algo posterior.

530.000

EUROS. Ha costado la adecuación del Cerro de Santa Bárbara. El proyecto, que forma parte del Plan Director para esta zona aprobado en 2011, se adjudicó en mayo del pasado año y ha sido cofinanciado al 65% por FEDER a través del programa transfronterizo Interreg V-A España-Francia-Andorra.