tudela - El comedor social Villa Javier de Tudela dio de comer a 478 personas entre los meses de enero y junio de este año entre el servicio de comedor y el del Capacico. Villa Javier entró en funcionamiento a mediados de 2016 con la puesta en marcha de un comedor social tanto para atender en las instalaciones como para llevar a los domicilios familiares. En estos tres años han creado también el Capacico, un supermercado donde las familias pueden, una vez a la semana, ir a retirar la comida (valorada en puntos) a la que pueden acceder según los puntos asignados por la renta y número de integrantes de la unidad familiar.

En estos seis primeros meses, las atenciones del comedor social han sido de un total de 128 personas (60 que han ido un solo día y 68 varias semanas o meses). De esta manera el número medio diario de las personas a las que han servido ha sido de 20,5 para servir un total de 7.450 comidas. De las 128 personas, todas adultas, llama la atención que el 81% son hombres y solo el 19% son mujeres, de 14 nacionalidades.

Por su parte, en el Capacico se atendieron a 88 familias, lo que representa un total de 350 personas, de las que el 55% son menores de 18 años (192) a los que han entregado un total de 38.250 kilos de alimentos. Cada uno de estos seis meses se atendió en el autoservicio a entre 50 y 55 familias a las que se les da cita un día a la semana para que acudan con el carrito. Pero al no ser siempre las mismas familias (se producen altas y bajas según varía su necesidad), su número ha ascendido a 88, pertenecientes a 16 nacionalidades.

Por encima de ambos servicios, el de acogida y acompañamiento “es el eje transversal sobre el que pivota la atención y promoción de las personas atendidas en Villa Javier”, señalan desde la entidad, “pues los recursos de alimentación de comedor y Capacico se ofrecen a personas a las que, previamente y en paralelo, se les atiende para informarles, diagnosticar su situación, decidir el servicio que se les asigna o recomienda, orientarles y promover su formación en el Semillero, con el objetivo de que avancen en su autonomía”.

En este sentido, el denominado “tercer pilar” de Villa Javier es este programa formativo en el que, a lo largo de estos seis primeros meses, se han desarrollado 7 cursos y talleres a cargo de profesionales de las distintas materias: castellano para extranjeros (4 grupos), competencias digitales (2 grupos), gestión doméstica, orientación laboral, conservas caseras/industriales, cultivos agrícolas ecológicos, artesanías (aprovechando materiales domésticos).

El cupo inicial estimado era de 60 personas pero “puesto que ha habido mucha demanda se han llegado a matricular otras 87 personas, habiendo acabado el semestre con 92 personas matriculadas, de las que una amplia mayoría (el 62%) eran mujeres, mientras que el 38% eran hombres. El buen funcionamiento de las mismas se hace evidente cuando 17 de ellas se dieron de baja en los cursos por haber encontrado empleo. Junto a estos cursos también se ha ofrecido ludoteca (628 personas), peluquería (65 personas) y apoyo psicológico (9 sesiones).

Trabajos por la comunidad. Villa Javier acoge a personas que deben realizar, por prescripción judicial o educativa, “trabajos para la comunidad” durante varias semanas o meses. En este semestre han sido 6 personas, dedicadas a apoyar las tareas de comedor, almacén o limpieza.

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Voluntarios colaboran con Villa Javier, de ellos el 70% son mujeres y el 30% son hombres. La puesta al día de los datos de los voluntarios ha hecho que descatalogaran a 51 personas, si bien se han dado de alta otras 49.

Trabajadores. Al margen del número de voluntarios, Villa Javier cuenta también con 8 personas empleadas (5 a jornada completa y 3 a jornada partida).