- Los trabajadores del balneario de Fitero despidieron ayer a seis nuevos "usuarios" tras recibir el alta hospitalaria para poder volver a las residencias de ancianos donde se encontraban. De esa forma, este centro, que el 6 de abril recibió a los primeros residentes enfermos válidos procedentes de otras residencias de ancianos o de sus propios domicilios donde residían.

La despedida fue una auténtica fiesta en familia, como recordó la directora Olga Cuairán. "Ahora si podemos decir que somos una gran familia. Cuando se van de alta muchos abuelos lloran porque se han sentido muy queridos y arropados, además de cuidados. No les cuidamos como si fueran objetos sino a que tratamos de darles toda esa parte emocional que se ha visto tan alterada durante todo este proceso", explicó Cuairán. "Se van muy agradecidos y también los familiares, entre aplausos de los otros usuarios. Como muestra, hoy una nieta ha traído dos bandejas de pasteles", recordó.

Tras la salida de los seis usuarios, son 15 los que aún quedan en el hotel Virrey Palafox del Balneario de Fitero y, aunque algunos ya tiene programadas pruebas PCR para comprobar que están sin el virus antes de abandonar el hotel, la directora Cuarián no quiso ayer aventurarse en decir cuándo podría cerrarse esta instalación. "No me atrevo a dar un cálculo ni debo hacerlo. Vamos a estar ahí el tiempo que haga falta. Nadie puede decirnos que mañana puede haber un repunte o que se nos necesite por otro lado. No me atrevo a decir nada".

De hecho aunque durante esta semana se produjeran nuevas altas, a lo largo de estas semanas se han ido recibiendo nuevos usuarios, "ha sido con cuentagotas y no como al principio que llegaban de 5 en 5, pero lo cierto es que han seguido llegando". El número máximo de personas a las que han estado tratando ha sido de 28.

"La mayor satisfacción de este trabajo es ver a los abuelos salir por la puerta. Para mi y para los trabajadores también. Sobre todo hemos tratado que emocionalmente estuvieran cubiertos". Conforme se ha ido avanzando en el trabajo se ha mejorado también en el trato humano y la directora reconoce ahora que "el día a día es mucho más fluido, hemos cogido carrerilla, por decirlo de alguna manera. Ellos ya nos conocen, nos llaman por nuestros nombres, saben quien está en cada turno y nos hemos acoplado rápidamente".

La residencia de Tudela ha conseguido ya dar el alta a 17 de las personas que tenía enfermas, mientras que sigue habiendo 7 casos confirmados en la residencia y dos posibles. Además hay otros 7, ingresados en el Balneario de Fitero. Según informan en su página web, "en estos momentos la residencia está inmersa en un nuevo proceso de reorganización de espacios, tanto habitaciones como zonas comunes, adaptándonos a la nueva situación por la evolución del número de casos de COVID-19. El objetivo es que, caso de confirmarse el adecuado avance en el control del brote, podamos ir aliviando las estrictas medidas de confinamiento".