La Ciudad Agroalimentaria de Tudela vuelve al déficit, dos años después

Si en 2018 el superávit se cerró con 342.117 euros, la cifra este año ha sido muy parecida pero con signo negativo, si bien las previsiones eran que llegaran a los 524.400 euros y al final ha sido inferior. Las previsiones que se observan en los documentos de presupuestos es que el déficit se mantenga en parámetros similares en 2020 con 376.000 euros de signo negativo, si bien todos estos cálculos son anteriores al confinamiento y a la pandemia.

En abril de 2018, el Ejecutivo anunció que la Ciudad Agroalimentaria de Tudela "ha comenzado este año a obtener beneficios en su cuenta de resultados por primera vez en su historia y esta solvencia financiera" y además redujo a cero una deuda que en 2014 llegó a ser de más de 50 millones de euros.

Según señala el balance de las cuentas de 2019, pese al balance negativo la sociedad podría acometer los nuevos proyectos en los próximos ejercicios que se centran en "construcción de nuevas naves en sucesivas fases en terrenos de la sociedad, mejora de las instalaciones técnicas y estudio y realización de proyectos medioambientales".

En lo que se refiere a la venta de electricidad, 2019 fue un ejercicio menos favorables que los anteriores por, entre otras cosas, el precio del mercado. Por otra parte, la demanda de suministros energéticos de las empresas instaladas en la CAT "se encuentra consolidada" e incluso esperan un aumento en un futuro. Sin embargo, otro de los factores para el déficit ha sido el incremento en el coste de los derechos de emisión de carbono, por los que paga también la CAT. Si en 2016 estos derechos eran de 5 euros, el precio ha superado los 25 euros en 2019, de hecho la CAT pagó una media de 22,59 euros de media por tonelada.

Por otra parte la sociedad invirtió 745.000 euros en la mejora de la eficiencia de cogeneración, lo que producirá un ahorro en los consumos.

La Ciudad se encuentra en 2020 en una ocupación del 38% de parcelas sobre los metros cuadrados totales de que dispone "si tenemos en cuenta todos los conceptos, venta alquiler y opciones de compra", un porcentaje que se prevé que se incremente a corto plazo "tanto por las futuras ventas como por las inversiones en nuevas naves programadas". En lo que se refiere a las naves la ocupación es del 96%, y en el Centro de Negocios el alquiler de oficinas ha alcanzado el 93%. En ambos casos se espera que la ocupación alcance el 100% del total en 2020.

En otros campos de negocios, la sociedad pública prevé un aumento en la actividad del Centro de Negocios como punto de encuentro empresarial de jornadas, eventos y formación, la cual ayuda a la difusión de la propia CAT.

El informe sobre el balance de la CAT se hace un apartado sobre las posibles consecuencias que puede tener la aparición de la covid-19 que se señalan como "inciertas y que dependerán en gran medida de la evolución y extensión de la pandemia". Por todo ello, los auditores señalan que a la fecha de la realización del informe (mayo de 2020) "es prematuro realizar una valoración detallada o cuantificación de los posibles impactos sobre la sociedad", tanto a corto, como a medio o largo plazo.

Pese a todo, en los primeros meses de no se ha producido una "caída importante de la actividad". En base a los pocos datos señalan algunos de los posibles riesgos que habrá de afrontar la CAT, si bien en el caso de la liquidez, aseguran que podrán "afrontar las tensiones que aparezcan". Tampoco ven probable la interrupción en la producción de energía aunque sí podría afectar la crisis en los ingresos por los arrendamientos de naves, oficinas y parcelas.

Entre las acciones que se preveía acometer se encuentran la renovación y mejora de parte de las instalaciones técnicas del Centro de Infraestructuras Comunes (50.000 euros), la construcción de una primera fase de nuevas naves (1,5 millones de euros), el acondicionamiento de naves (40.000 euros), que se pagarán con fondos propios de la CAT. En cuanto a las ventas de parcelas se preveían 15.000 m2, pero dependerá de cómo evolucione el mercado.

Dentro de sus planes a medio plazo se encuentra implantar empresas en la CAT que sean del sector agroalimentario o de otros sectores como farmacéutico o biotecnológico, "preferentemente aquellos que puedan llegar a consumir servicios energéticos, además de empresas auxiliares del sector y con generación de empleo cualificado".

Por otra parte, dentro del año 2020 están marcadas una serie de acciones que se preveían acometer y que ahora quedan a la espera de ver cómo evoluciona la situación. Algunas de éstas eran "intensificar la acción comercial orientada a pymes del área de influencia y grandes corporaciones nacionales, europeas, latino-americanas y zona del Magreb; llevar a cabo un plan de comunicación que refuerce las acciones on line, out line, networking y alianza o colaboraciones estratégicas; promover la realización de jornadas, encuentros y presentaciones en el Centro de Negocios; estudiar la participación en proyectos de temáticas de eficiencia energética, energías renovables, economía circular, bien de manera individual o en colaboración con otras organizaciones y llevar a cabo un plan de mejora de las instalaciones".

Órganos y retribuciones en 2019. El Consejo de Administración de la Ciudad Agroalimentaria de Tudela está presidido por el consejero José María Ayerdi, y como vocal Ignacio Gil, Rubén Goñi, Alejandro Toquero (350 € en 2019), Adalberto Ríos (700 €), Laura Sandúa (1.050 €), María Mercedes Sánchez (350 €) y José Ignacio Latorre. Como secretario José Aleixandre Micheo. Además en 2019 Bernardo Ciriza cobró 700 €.

Publicidad. Según refleja la página web de la Ciudad Agroalimentaria en el año 2019 invirtieron en publicidad 10.099 euros.

En lo que va de 2020 la CAT ha invertido unos 2.700 euros. Las previsiones para todo el año 2020 es que se inviertan unos 18.000 euros.