- La construcción de 24 viviendas de protección oficial, locales, trasteros, garajes y la urbanización de una nueva plaza en la zona de Coscolín en pleno corazón del Casco Antiguo de Tudela será una realidad, si se cumplen los plazos, hacia finales del año 2023. Ayer Nasuvinsa sacó a licitación las obras de este proyecto que, tras estar casi 20 años parado, fue reactivado por el anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tudela en 2018, junto con la propiedad sociedad pública Nasuvinsa.

El montante con el que sale a licitación la obra es de 6,632 millones (sin IVA) por lo que sumado a los 750.000 euros que costarán los derribos de los edificios que aún existe en el solar la cantidad que aportará el Gobierno de Navarra ronda los 8 millones de euros. A esta cantidad se unirán los 400.000 euros que pagará el Ayuntamiento de Tudela, encargado de urbanizar la plaza (de unos 1.000 metros cuadrados), una partida que se ha reducido después de innumerables negociaciones y que en un principio iba a ser de 970.000 euros.

La nueva plaza que nacerá justo detrás del Horno de Coscolín tendrá 12 viviendas de alquiler y otras 12 viviendas de compra, todas de VPO. Se construirán cuatro edificios que se ubicarán en la cale Pontarrón 7 y 9, en la calle San Antón 16 y 24 y plaza Vieja 6.

Los trabajos de construcción tendrán una duración máxima de 638 días naturales una vez que se firme el contrato con la empresa adjudicataria de las que se presenten que tienen de lazo hasta el 20 de enero para mostrar sus ofertas. La intención inicial es que en el año 2022 se inviertan 2,842 millones de euros y el resto, 3,789 millones, en el año 2023, que es cuando terminarán las obras.

Los edificio de la calle San Antón 16 y plaza Vieja 6 tendrán baja más 3 alturas y se mantendrá la facha con el escudo que ya existe en la plaza Vieja, sirviendo su arco como pasaje de acceso para la nueva plaza junto con el que da acceso al Horno de Coscolín. Por otra parte en Pontarrón 7 y San Antón 24 se levantarán 18 viviendas en baja más 3 alturas.

La urbanización, además de tener los accesos por la plaza Vieja tendrá otro por la calle de San Antón que se encuentra con un desnivel importante con respecto a la actual plaza Vieja. Por este motivo se creará una rampa con un desnivel del 6% y habrá un ascensor de uno de los edificios que se podrá usar como urbano durante las mañanas, una vez que se regule mediante un convenio con el Ayuntamiento.

Dado que la zona es una de las más relevantes a nivel histórico y del origen de la ciudad se espera que se encuentren restos arqueológicos. No en vano, el director de Nasuvinsa, Alberto Bayona, ya explicó que entre los años 2010 y 2011 se realizaron una decena de catas con importantes descubrimientos.

La importancia de los hallazgos es tal que en el condicionado ya aparece que "se realizará un seguimiento arqueológico con una excavación manual cuando lo determine el técnico" y se añade que "la aparición de restos puede suponer la paralización parcial o total de la obra durante el estudio " y la empresa "no tendrá derecho a indemnización" por este motivo.

Los sondeos arqueológicos realizados en la zona de la futura plaza del Horno de Coscolín descubrieron sillares almohadillados de procedencia islámica y que pudieron pertenecer a un edificio público que estuviera relacionado y construido cerca del antigua mezquita o aljama, que se encontraba en sentido perpendicular a la actual catedral. La superficie que ocupaba era, más o menos, desde la entrada en la calle Portal, y las primeras arcadas del claustro, hasta la mitad de la plaza Vieja, donde en 1992 se encontraron restos del minarete. A estos restos del muro se une también el hallazgo de dos adarves (calles estrechas sin salida). Así se desprende de los trabajos que realizó el arqueólogo tudelano, Juanjo Bienes, en esos años en un total de 11 sondeos llevados a cabo en la zona.

Estos vestigios urbanísticos tienen una gran importancia a nivel arqueológico para poder comprender el entramado urbano de la Tudela Islámica y de la evolución que continuó con la progresiva desaparición de los estrechos y oscuros adarves que existían en aquella medina de los siglos VIII al XII.

"El proyecto de Coscolín es una cabeza de puente, como un primer paso para desatascar y romper la línea del Casco Antiguo abandonada y que sea el inicio de la rehabilitación de este barrio", estas palabras del arquitecto creador del proyecto, Curro Blasco, muestran la importancia que para el despacho Blasco&Esparza tiene la zona del Horno de Coscolín.

También el consejero Aierdi ha destacado siempre la relevancia del proyecto, que "reactivará una zona que era un agujero negro en el centro de la ciudad, clave para regenerar el Casco Antiguo. Es un esfuerzo económico importante pero el impulso de recuperación será grande".

'Sopas de pan'. El nuevo espacio se convierte en punto de cruce entre cinco calles históricas y estratégicas de Tudela, la plaza Vieja, la calle Pontarrón, el cubrimiento del Mediavilla, la Fuente de San Antón y plaza Yehuda Ha Leví. El proyecto ganador se denominó 'Sopas de Pan' en referencia al acompañamiento que se pone en Tudela al asado tradicional, como el del Horno de Coscolín.

Oficina del SAC. Aunque en un principio se dijo que Nasuvinsa instalaría su oficina en la plaza, finalmente será el Ayuntamiento quien traslade la oficina del SAC a la futura plaza.

Edil de Urbanismo. "Estamos escribiendo la historia y se ha conseguido con el trabajo de muchas corporaciones. No es algo ni de derechas ni de izquierdas", dijo El edil de Urbanismo Zeus Pérez".