- El Ayuntamiento de Tudela está valorando la posibilidad de subvencionar la insonorización de viviendas y locales en zonas que se declaren saturadas de ruidos siguiendo la nueva ordenanza que, según señaló el concejal de Urbanismo, Zeus Pérez, podría ponerse en marcha entre los meses de junio o julio, como pronto. Ésta sería una de las medidas que contempla la nueva ordenanza, que se votará en el pleno del mes de abril y que ayer fue expuesta a un grupo de unos 20 vecinos del Casco Antiguo de Tudela.

La ordenanza apunta la posibilidad de declarar zonas acústicamente saturadas a “aquéllas en las que se producen unos elevados niveles sonoros debido a la existencia de numerosas actividades recreativas, espectáculos o establecimientos públicos, a la actividad de las personas que los utilizan así como a cualquier otra actividad que incida en la saturación del nivel sonoro de la zona”. Esa declaración se daría cuando aunque los locales cumplan con la normativa en la zona se “sobrepase en más de 10 dBA los valores límite establecidos” según los medidores que se colocarán en más de 3 puntos a una altura del primer piso.

Además apunta un horario más restrictivo con el ruido entre las 22 y las 08 horas.

La declaración se realizaría en pleno municipal, con un informe técnico que lo avale, tardaría un mes en decretarse y no será una declaración permanente, reevaluándose al tiempo. Según explicó el edil de Urbanismo en esas zonas se podrían realizar campañas de sensibilización, ayudas para insonorización o también la adopción de otras medidas como “no otorgar nuevas licencias de actividades potencialmente ruidosas, no permitir la ampliación de actividades, limitar el horario de establecimientos, imponer a las actividades que se desarrollan en la zona o imponer normas más restrictivas a nuevas actividades”.

Una de las preocupaciones de los vecinos y vecinas se centraba en la inclusión de las peñas y las sociedades gastronómicas con un epígrafe diferenciado, al igual que lo están los bares o las cuadrillas. El responsable de la empresa técnica que ha colaborado en la ordenanza, David Pérez, señaló que el artículo 2 que recoge a quién afecta la ordenanza (“todas las actividades o comportamientos y en general todos los emisores acústicos, públicos o privados que generen ruidos y vibraciones susceptibles de causar molestias a las personas”) ya les engloba.

La indignación de los afectados se notó en diversas ocasiones como cuando uno de ellos les acusó de que “las peñas y las sociedades dan votos y es un problema para el Ayuntamiento abordar eso. Me da igual que un bar tenga 200 multas, mientras no les duela el bolsillo no va a cambiar y podremos hacer todas las ordenanzas que queráis”.

Igualmente preguntaron si en las próximas fiestas de Santa Ana se iba a permitir a los bares sacar bafles a la calle, a lo que Zeus Pérez señaló que “Si. Se abordará y se sacarán, Igual que se ha hecho todos los años hasta ahora y más después de estos dos años. Usted estuvo en el Ayuntamiento dos legislaturas y no se hizo nada”, inquirió a uno de los vecinos.

En este sentido uno de los vecinos pidió que a los bares que incumplan la normativa no se les permita sacar música, “no podemos discriminar a unos sí y a otros no”, contestó Pérez, “pero es que a nosotros ya nos están discriminando” le contestaron.

Con respecto a las sanciones, el jefe de la Policía Local explicó que la nueva ordenanza va a permitir que las sanciones se adopten en el Ayuntamiento y todo sea mucho más rápido y ágil. El experto indicó que si uno de los locales tiene dos sanciones leves o una grave o muy grave se examinará el local y si no cumple con la normativa se le obligará a adaptar el local. “No se puede aplicar a todos los locales porque se les perjudicaría. Se aplicará a nuevas licencias o a quienes tengan expedientes sancionadores”.

El concejal señaló que es posible que los hosteleros u otros sectores recurran la ordenanza por lo que el tiempo para que entrara en vigor se alargaría. .