Sonagar se dirige con paso firme hacia su 45 aniversario, con unas expectativas importantes de seguir apoyando la iniciativa empresarial navarra en este siglo XXI. Ya hemos llegado a las 3.000 pequeñas y medianas empresas (Pymes) y autónomos, que son socios de la empresa, a los que ayudamos a desarrollar sus proyectos empresariales, a través de los avales, tanto financieros como técnicos.

Sonagar es una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), cuyo objetivo es apoyar a pymes y autónomos a conseguir financiación en condiciones ventajosas, a través de la figura del aval. En nuestro país desarrollan esta actividad un total de 18 SGRs, que operamos generalmente en el ámbito de actuación del Gobierno o Comunidad Autónoma que respalda nuestra actividad. En el caso de Sonagar, el ámbito de actuación es fundamentalmente Navarra. Es una entidad financiera, sin ánimo de lucro, creada por empresarios para facilitar financiación a empresarios. La implicación en el apoyo a nuestras pymes y autónomos se concreta en que Sonagar gestiona un riesgo vivo de más de 215 millones de euros, cifra que duplica ampliamente la cifra de riesgo gestionada habitualmente por esta sociedad.

Nuestro equipo, con su amplio conocimiento en financiación y gestión de empresas, fruto de la experiencia acumulada en estos años, aporta una visión que ponemos a disposición de emprendedores, autónomos y empresarios en general, para poder enfocar sus necesidades de financiación de la forma más correcta posible. Este enfoque, una vez estudiada en profundidad la empresa, incluso puede facilitar la toma de decisiones estratégicas en su empresa. La colaboración entre Sonagar, las entidades financieras y el cliente (en nuestro caso, socio), se convierte en una palanca fundamental para facilitar el crecimiento y expansión de estas empresas.

Sonagar, además, tiene un fuerte compromiso con nuestra comunidad. Colaboramos con la Cátedra de la Empresa Familiar de la Universidad Pública de Navarra, así como con distintas actividades culturales, sociales y deportivas. Fruto de este compromiso, Sonagar preside desde el año 2021 CESGAR, la Confederación Española de Sociedades de Garantía (CESGAR), entidad que agrupa a las 18 sociedades del sector.

Actividad de Sonagar

Desde el año 2019 el crecimiento de la actividad de Sonagar ha sido muy importante, superando en estos seis últimos ejercicios los 300 millones de euros, en parte apoyados en las Líneas Covid-19, junto al Gobierno de Navarra y el Gobierno de España. Se ha sobrepasado la cifra de los 1.000 millones de euros en operaciones formalizadas, acumulados en operaciones de financiación dirigidas a todo tipo de sectores.

Un dato muy importante en relación sobre esta cifra es que el 88 % de este riesgo proviene de empresas de menos de 50 trabajadores (62 % empresas de menos de 10 trabajadores y 26 % en empresas de entre 11 y 50 trabajadores). El número total de trabajadores en empresas avaladas por Sonagar en Navarra asciende a 15.157.

En cuanto a los sectores de actividad, el 9,7 % del riesgo gestionado corresponde al sector primario, 21 % al sector industrial, 9 % a la construcción y un 60,3 % al sector terciario/comercial, siguiendo la tendencia de ejercicios anteriores.

Apoyo institucional

La labor realizada por Sonagar tiene un apoyo fundamental por parte de las administraciones públicas, tanto a nivel nacional (Ministerio de Industria y Turismo, a través de CERSA), como a nivel autonómico (Gobierno de Navarra, como socio protector de Sonagar a través de la Corporación Pública Empresarial de Navarra - CPEN y de Sodena). La Compañía Española de Reafianzamiento (CERSA) reavala una parte importante de los riesgos que asumen las SGRs que, en el caso específico de Navarra, es complementado por Sodena, a través de un convenio que comenzó en 2016 y se ha ido renovando cada tres años. Y también con el apoyo de las organizaciones empresariales, Confederación de Empresarios de Navarra - CEN y de Cepyme a nivel nacional. En esta colaboración público-privada radica una parte fundamental del éxito del sistema de garantías.

En cuanto al futuro inmediato, hay que mirarlo con optimismo, siendo muy realistas. No terminan de disiparse las amenazas que estaban en el horizonte y hay zonas en las que los conflictos se están recrudeciendo. A la interminable guerra de Ucrania, se une la inestabilidad en el Medio Oriente. Se está relajando la política monetaria, con unos tipos que se han reducido hasta el 2 %, lo que aliviará los gastos financieros tanto de pymes y autónomos, como de los ciudadanos en general. Nuestro continente sigue sin tener un crecimiento robusto, con economías incluso en recesión. Y por otro lado el nivel de gasto público sigue creciendo de una forma importante.

Todas estas circunstancias nos deberían llevar a reflexionar si la productividad de nuestras empresas es la adecuada para competir en un mundo totalmente globalizado. Si tenemos la legislación adecuada para poder implementar los cambios necesarios con la celeridad necesaria, con unas cargas administrativas cada vez más exhaustivas. Y a todo esto se suma una acusada falta de mano de obra en múltiples sectores que no permiten incrementar la capacidad de las empresas. En definitiva, todo un reto para que nuestra comunidad sea próspera en el futuro.