CORRÍA el año 2008 y la persecución que sufría la juventud vasca era brutal. Cualquier actividad que estuviera fuera del control institucional era criminalizada. Si esa actividad era protagonizada por jóvenes independentistas, se convertía en un acto terrorista. Daba igual que fuera por un gaztetxe, el euskera, un salario digno o por el derecho a vivienda, que el nombre del joven pasaba a engrosar una lista para futuras detenciones, incomunicaciones que posibilitaban la tortura y la encarcelación.
No era algo nuevo, unos años atrás, el ínclito Atutxa ya se había inventado los grupos Y para detener sin problemas a cientos de jóvenes independentistas y encarcelarlos. La estrategia era clara, sacar de los barrios y pueblos a la mayoría de jóvenes que no aceptaban el aborregamiento y querían construir su futuro y el de su pueblo en libertad.
Las detenciones se sucedían una tras otra y entonces supimos de la existencia de una lista elaborada durante los interminables y crueles días de incomunicación a la que eran sometidos aquellos jóvenes. Las detenciones no tenían como objetivo aclarar hechos delictivos, sino conocer los nombres de los jóvenes independentistas y de aquéllos que pertenecían al movimiento social.
Así fue como un grupo de padres y madres nos empezamos a reunir para denunciar esa situación. Para nosotros y nosotras no fue fácil, a la dura situación creada por la detención de un hijo o hija, se sumaba el no saber qué hacer.
Ahí le conocimos, cuando verdaderamente se conoce a las personas en las situaciones difíciles. Allí estaba Iosu, convocándonos para conocernos, para darnos una palabra de consuelo y prestarnos su ayuda, para ponernos en contacto con las abogadas, para redactar una hoja, para convocar las protestas, para socializar nuestra denuncia...
Así comenzamos a darle nombre a lo que ahora es conocida como la lista negra, luego vino el dossier, las reuniones en Burlata, los contactos con los agentes sociales, sindicales y políticos, los plantes y enfados del Defensor del pueblo que nunca podía hacer nada y pasamos de ser cuatro padres y madres indefensos a recibir el apoyo de miles de personas.
Sabíamos que te seguían, a pesar de ser público y notorio lo que hacías, como lo demuestran las decenas de ruedas de prensa que hiciste. Ellos sabían mejor que nadie de tu trabajo solidario y no podían consentirlo, por eso fueron a por ti como a por nuestros hijos e hijas.
El pasado 3 de diciembre estuvimos en la plaza del Ayuntamiento para denunciar tu situación y estaremos en Baiona, no todos y todas porque a la misma hora algunos se quedaran en Barañáin protestando contra la dispersión. De cualquier forma te queremos trasmitir de parte de todos y todas, nuestro total apoyo y ánimo.
Euroagindurik ez! Iosu askatu!
Xabier Torregrosa, Javier Esteban, Angel Araguas, Jokin Azkona y Txelui Moreno
En nombre de padres y madres de 'la lista negra'