Ellos también tienen derecho
¡Qué suerte tienes! Puedes leer esta carta y entenderla, yo no. Quizás porque yo no puedo entender lo que está pasando, me dicen que me están recortando unos derechos que gané hace muchos años. A lo mejor es porque no soy tan inteligente como tú y no me puedo defender. A pesar de esto, soy feliz porque tengo un trabajo en Tasubinsa, aunque ahora casi no me llega la paga para ir con mis compañeros de Anfas de campamento este verano. Yo, como madre, me podría esforzar en explicarle a mi hija que no hay dinero para subvencionar empresas y asociaciones de personas con discapacidad intelectual, que hasta ahora, con poco dinero y mucho apoyo de voluntarios y trabajadores han salido adelante, pero no sé hasta dónde quieren que llegue su esfuerzo, ¿o es que además de su tiempo y esfuerzo van a tener que poner dinero? Vuelvo a dar las gracias a trabajadores, voluntarios y monitores de los dos centros por su dedicación y cariño. ¡Cuidado con tanto recorte, no vayamos a terminar cortando a los más débiles!