El Campeonato de Parejas, en la más absoluta mediocridad
SEÑORES dirigentes de las empresas de Aspe y Asegarce, ¿ustedes verían lógico que en la Liga de fútbol de Primera División el Real Madrid y el Barcelona, primero y segundo respectivamente, y con 40 puntos de ventaja sobre el tercero, el Valencia, y el cuarto, Málaga, terminada la Liga se tengan que enfrentar en unas semifinales los cuatro equipos en igualdad de condiciones? O lo que es lo mismo, ¿no vale para nada que el Madrid y el Barça les hayan sacado 40 puntos a tercero y cuarto? Claro, a partir de ya Valencia, Málaga, Madrid y Barcelona se encuentran a cero puntos, o sea en igualdad de condiciones. Esto no sería lógico ni presentable, totalmente antinatural en cualquier deporte de cualquier país del mundo.
Bueno pues esto, afortunadamente, no va a ocurrir en la Liga de fútbol de Primera División. Sirva esto como ejemplo.
Pero desgraciadamente, esto está ocurriendo en nuestro querido y ancestral deporte de la pelota, y me estoy refiriendo al Campeonato de Parejas, donde a lo largo de la Liga del Campeonato ha habido una pareja (Olaizola II-Beroiz) que han triplicado con más de 40 puntos al resto. Esto es, de 14 partidos jugados han cosechado 14 victorias. A Aimar Olaizola y Mikel Beroiz se les han unido en semifinales las parejas Titín III-Merino II y Berasaluze VIII-Albisu con 8 victorias, más Xaka-Laskurain con siete victorias y siete derrotas, teniendo que jugar las 4 parejas en igualdad de condiciones, partiendo de cero todas ellas.
La clave en este campeonato consiste en conseguir el cuarto puesto, no importa que acabes a 60 puntos del primero porque, terminada la Liga, automáticamente todos son iguales y emprenden una nueva aventura con unas breves semifinales, y de allí, con los que más fortuna tengan, irán a la gran final.
El pelotazale Fermín dice, refiriéndose a los organizadores de este gran Campeonato de Parejas: "Esto no se le ocurre ni al que así la manteca". Esto no es de recibo, y sí más propio de un tercermundismo deportivo. Todo el mundo que vive la pelota se merece mucho más que esa dejadez, ese conformismo y esa mediocridad de esos organizadores. Vamos a intentar dar alguna idea o sugerencia con el fin de que esto no vuelva a suceder, y así los clasificados en primera y segunda posición deberían jugar directamente la final oro y plata, y terceros y cuartos se disputarían la medalla de bronce a doble partido.
Para rematar la economía empresarial, las empresas no tienen que perder nada. ¿Por qué no añadir una pareja más a las 8, y si es mixta mejor, por aquello del morbo? Así, con 9 parejas en la Liga, daría para 16 jornadas más el tercer y cuarto puesto y, por supuesto, la gran final, y vendría a ser parecido al número de partidos que hay ahora, y si no añadir otra pareja. De esta forma las empresas salvan el presupuesto del campeonato. Pero por encima de todo hay que buscar la mejor imagen, esto es: la modernidad, la credibilidad y un poco de dinamismo. Es lo mejor que todos le podemos ofrecer a este bello y ancestral deporte de la pelota.
Ángel Mari Vicuña Mitxitorena