Vivimos un estado de evasión continua. Cuando nos sentamos a comer en una mesa, siempre se evade de los temas serios. Parece como si, para hablar de la vida hiciese falta organizar seminarios o conferencias de temas especializados, y lo más difícil y raro de encontrar en el presente es una mesa de cuatro personas con un diálogo espontáneo y natural sobre la vida. Por eso ahora, cuando alguien habla sobre el campo energético que emitimos las personas desde el plano del alma y relacionado con las energías positivas y negativas de las corrientes sociales humanas, a esa persona se le considera un inadaptado.
La sociedad, que nos ha traído a este horrible agujero negro de irracionalidad, quisiera que todos nos adaptásemos sumisamente a la rutina más baja de la manifestación humana: el vacío de contenido. Nos quejamos de que los líderes son unos sinvergüenzas, pero yo detecto falta de positividad en muchas personas de cultura media o alta que solo saben señalar los detalles de las manzanas podridas, pero no quieren meditar en el misterio de porqué una semilla transmite la vida.
Si tomásemos a Jesús por sus expresiones verbales y actos aislados alguien diría: “Practica la magia negra”. Al fijarse en que maldijo a una higuera y ésta se secó. Al fijarse en frases como: “Que engorde el cerdo para el día de la matanza” o “más les valdría atarse una piedra al cuello y tirarse al mar”, antes de manipular psicológicamente la inocencia de las personas sencillas. También se dice que influyó para que una manada de cerdos se tirasen por un precipicio. ¿Qué culpa tendrían los pobres cerdos? Pero Jesús también practicó la ayuda energética para muchas curaciones. Entonces, ¿qué era? ¿Un mago blanco o una mago negro?
Hay que fijarse en eso que les dijo a aquellos seguidores concretos que lograsen atravesar toda la preparación necesaria para llegar a ser seres completamente realizados. Les dijo: “A quienes perdonéis los pecados les serán perdonados y a quienes se les retengáis les serán retenidos”. Estaba hablando de una posible curación o no curación relacionada con la evolución del karma de cada persona. No conozco a ningún sacerdote ni obispo ni papa que sepa explicar estas cosas así, con sentido común.