Montoro y Monedero
lo de Monedero, uno de los jefes de Podemos, tiene mala pinta. Monedero dijo hace poco, tras unas informaciones sobre un supuesto escaqueo fiscal, que Montoro no le daba miedo. Pero Monedero se ha acabado apuntando a algo que se parece mucho a aquella amnistía fiscal que Montoro se inventó para prescribir los delitos de los grandes defraudadores y amiguetes. De la casta, vaya. Al final, Montoro le ha dado miedo y se ha visto obligado a hacer una declaración complementaria a Hacienda por unos ingresos que al parecer había olvidado pasar por el fisco. Y ello es independiente de si es mucho o poco dentro de la inmensa estafa tributaria que anida en el sistema fiscal español. Pero es. Y si es, se debieran derivar las mismas responsabilidades éticas y políticas que para cualquier otro. O estaremos los ciudadanos ante una casta vieja, la del régimen bipartidista y obsoleto de siempre, y otra casta nueva. Una nueva casta que impone una ética a los demás y que tiene otra mucho más de andar por casa para sí. Nada nuevo tampoco. Ya he escrito antes que de Podemos, como de otros partidos políticos, hay cosas que me gustan, otras que me generan dudas y otras más que simplemente no me gustan. Quizás lo aclare hoy Errejón en su visita a la vieja Iruña pare señalar a qué candidatura votar en las primarias de Navarra y a cuáles no.