Como cada año, desde la Asociación Sare queremos celebrar este día, nos gustaría que fuera un día en el que realmente celebrar avances en la eliminación de las desigualdades en el disfrute del Derecho a la Salud para las mujeres, sin embargo, tenemos que seguir reivindicando porque no sólo no se eliminan, si no que con la actual pandemia estamos en retroceso.

Y es que, sería pecar de una gran inocencia creer que podemos avanzar visiblemente, eliminando un hecho que data desde la antigüedad, donde las mujeres éramos consideradas seres inferiores, irresponsables, frágiles, descontrolados, incompletos…En los textos de Aristóteles aparece “la mujer como un hombre mutilado”, Hipócrates en su Teoría de los Humores relaciona las enfermedades con un útero que se pasea por el cuerpo, y otras lindezas. La descripción del cuerpo de las mujeres se hace en referencia al cuerpo del hombre, considerándolo la norma, la referencia estándar, teniendo, en consecuencia, las mujeres, un funcionamiento biológico “anormal”. Un ejemplo claro de este hecho es que la palabra “vagina” proviene del latín haciendo referencia a la funda o envoltura del pene durante la penetración vaginal.

Este día tan importante, se conmemora desde hace más de 20 años, a propuesta de la Red Mundial de Mujeres por los Derechos Reproductivos (RMMDR), que se reunía para denunciar las altas tasas de mortalidades maternas. En este día se denuncian las desigualdades y riesgos que supone para las mujeres que desde la antigüedad se nos considere cuerpos biológicamente anormales.

Herencia de aquellos “saberes” siguen siendo las actuales actuaciones en salud, consecuencia del sistema heteropatriarcal, sobre las mujeres: menor participación en ensayos clínicos y escasa interpretación y aplicación práctica de los resultados en los que sí participamos de forma minoritaria; retrasos diagnósticos debidos a la no identificación de síntomas con afecciones graves por ser diferentes a los de los hombres (la norma); patologización y sobremedicalización de procesos naturales relacionados con las diferentes etapas de nuestra vida identificando los signos de estas etapas con síntomas de enfermedad: nacimiento, menarquía, adolescencia, embarazo, menopausia…; total control de las funciones de reproducción (como único valor reconocido al cuerpo de las mujeres) convirtiendo funciones en síntomas y síntomas en enfermedades; excesiva prescripción y consumo de medicamentos y complementos alimenticios para la belleza, la gordura, la fatiga, la vejez, el insomnio, el estrés, la tristeza…; desigualdad de poder entre profesionales y mujeres atendidas que provoca una actitud paciente y sumisa con nula transmisión de información, e impide el autocuidado reforzando una baja autoestima…

Para terminar este escrito que podría ser infinito, a pesar de que se han incluido mujeres en algunos de los estudios sobre los efectos de COVID-19 y de las diferentes vacunas y haberse encontrado diferencias en función de los sexos, no se realiza una aplicación práctica de dichos resultados. No se han tenido en cuenta para el tratamiento, ni para el diagnóstico, muchas mujeres se han quedado sin diagnosticar porque nuestros síntomas son diferentes. Los efectos de las diferentes vacunas también son otros porque nuestro sistema inmunitario reacciona de forma más fuerte y lo que podría parecer una ventaja, no lo es porque no se está teniendo en cuenta, no se han adaptado las dosis y las mujeres tenemos muchos más efectos secundarios de los que no se nos informa. Una adecuación de la administración de las vacunas teniendo en cuenta las diferencias entre sexos sería beneficiosa para toda la población ya que las mujeres sufriríamos menos efectos secundarios con la misma efectividad y el resto de la población dispondría de más dosis de vacunación.

A pesar de todo lo que tenemos que seguir reivindicando, como cada año os invitamos a disfrutar en el cine-fórum que realizaremos esta tarde, la Asociación Sare y la Fundación IPES, a las 19:30 horas en GOLEM, con el visionado de la película “50 primaveras”, de Blandine Lenoir, 2017 y, posterior debate. La entrada es gratuita y las invitaciones se pueden recoger desde dos horas antes en la taquilla de los cines.