El pasado julio la Confederación Hidrográfica del Ebro emitió una segunda resolución denegando de nuevo al Ayuntamiento de Pamplona la reparación del azud de Santa Engracia. Además, se dieron nueve meses de plazo para que presentara un proyecto de demolición. Es decir, no es que no se autoriza la reconstrucción, es que se obliga a derruir lo que queda.Ahora parece que el Ayuntamiento alega criterios históricos, cuando La Lista Roja de Patrimonio de Hispania Nostra (algo en lo que se basaba), considera necesario hacer compatibles las dinámicas naturales del río Arga con la conservación de su patrimonio cultural sin proceder a la reconstrucción.Por otro lado, el estudio presentado por el Consistorio pamplonés (Estudio hidráulico presa de Santa Engracia en Pamplona) concluye en las simulaciones de inundaciones que los daños y afecciones son mayores con presa que sin presa. Igualmente, en la anterior legislatura, el trabajo Propuesta trabajo ámbito fluvial Iruña-Pamplona ya hablaba del mal estado de la presa y de la afección negativa ante un evento de inundación.El dictamen de la CHE está basado en criterios técnicos, la normativa vigente, y las distintas líneas, iniciativas y estrategias a nivel mundial en lo que a presas se refiere. Su postura (y la del Gobierno de Navarra) es razonable, lógica, avalada y respaldada por estudios reconocidos e informes propios, como con una resolución.Hace unos días se presentó en rueda de prensa un nuevo plan de trabajo del Ayuntamiento para minimizar los efectos de las inundaciones. En esta presentación, para hacer menores los daños de las avenidas de agua, el alcalde Maya textualmente dijo: “La única fórmula para incrementar el espacio es quitar obstáculos. Puede haber determinados azudes que haya que eliminar”. Pues bien. ¿Cómo quiere que entendamos esto en el contexto de Santa Engracia? Se lo decimos nosotros. Lo entendemos como una auténtica vergüenza. Un claro despropósito. Una contradicción sin igual. ¿A eso le llama usted adaptarse para sufrir menos los efectos de una inundación?, ¿a reconstruir una estructura que incrementa los daños de una inundación?, ¿a insistir una y otra vez yendo en contra de todo criterio técnico y científico? Hace falta tener valor.A ver cómo le explica todo esto al barrio de la Rotxapea, a sus gentes y a sus comercios.Mientras pide medidas a la CHE para que los daños sean menores en avenidas de agua extraordinarias, sigue empeñado en arreglar Santa Engracia. Una cabezonería.Estaría bien saber cuánto tiempo y dinero público lleva el Ayuntamiento de Pamplona gastado en informes y trabajos que están cayendo en saco roto. Por cierto, mientras se sigue malgastando presupuesto municipal... ¿va a hacer algo por ayudar a que se paguen los daños a los vecinos y vecinas de la Rochapea más allá de lo que haga el consorcio?, ¿y a los comercios afectados?, ¿y los daños a las infraestructuras? ¿Piensa invertir algo en anticiparse ante la más que previsible próxima inundación?, ¿o se va a quedar todo en palabrería?Señor alcalde, gestione la economía municipal en cuanto a gestión fluvial se refiere de forma más adecuada y no juegue con dinero público por un capricho electoral sin base técnica alguna. Sobre todo por lo que parece que nos viene encima. Este colectivo y muchos de los pamploneses y pamplonesas se lo agradecerán.

*El autor escribe en representación de Arga Vivo - Arga Bizirik