yer llegó tu momento. Después de meses atravesando las toneladas de arena, poblados, barracones y ciudades interminables que separan Etiopía de Libia sentiste por fin el agua del Mediterráneo lamiéndote los tobillos. Faltaba el último salto para salir de África y llegar a ese otro continente. La promesa. Pensaste en tu amigo Jemal. Hace mucho que no sabes nada de él. Oíste que había llegado hasta Lampedusa y que eso es una isla italiana. Europa. Jemal y su camiseta azul con el 23 dorado a la espalda y el nombre de Materazzi. Un futbolista italiano. Interpretaste que acordarte de él mientras subías al bote de goma era una buena señal. No habías comido apenas. Por los nervios, porque tampoco tenías mucho que comer y porque así vomitarías menos. El bote estaba repleto de hombres. También había chicos como tú. De 13 o 15 o 17 años. Costaba saberlo. De noche todo es más difícil. El mar es tan negro como el cielo y como cada persona que se apretuja junto a ti en ese bote que no es más que una hoja flotando cubierta de hormigas. Te acuerdas de tu madre. ¿Qué estará haciendo ahora? Durmiendo a tus hermanas pequeñas. Cantándoles algo. Contándoles una historia para que cierren los ojos. Decides contar tú también para que el miedo no te muerda el cuello. Habrá unos cien bultos. Demasiado peso. El bote va muy hundido. El agua comienza a entrar y los bultos se mueven nerviosos. Todo se desequilibra. El miedo te muerde. Entonces una luz potente os ciega. Gritos y el ruido de un motor que se acerca. La patrullera. Te alertaron de que si te pilla, te devuelve a Libia. No. Eso no. Te lanzas al agua helada. Escuchas más cuerpos cayendo al mar. Y más gritos, hombres como tu padre lloran porque no saben nadar. Y entonces ves acercarse a un barco azul y blanco con letras rojas enormes, RESCUE ZONE. Te han dicho que de estos sí te puedes fiar. No lo sabes, pero el barco se llama Aita Mari. Os sacan del agua y os envuelven en una manta a cada uno. Escuchas a un blanco decir "Lampedusa" y piensas en Jemal y en su 23 dorado. Ojalá vuelvas a verlo. l