Esta vez sí que sí hay que hacer el cambio de armario. El asunto, la expresión quizás, no deja de tener su tono burgués porque este traslado de la ropa para el invierno o el verano de un mueble a otro se antoja tarea atribulada y única de los que casi nada tienen que hacer. Mucho suponer es en estos tiempos disponer de mobiliario de sobra para un solo uso y también, incluso, un buen montón de vestimenta variada según manda la estación. Pero es donde estamos.

Hacer el cambio de armario es tarea que requiere una formalidad y, por eso, se puede suponer que hay que entrar en el juego de la edad, aceptar entonces que se está llegando al orden definitivo para la propia existencia y que se deben compartimentar las cosas, buscar cajas y alacenas e ir apilando, lo que sea, pero guardado por si acaso. Se trata de hacer una distribución de posesiones y no permitir que todo funcione al albur de los acontecimientos. Ya nada queda a la felicidad del azar.

Cuando eres un crío todo cabe en el mismo sitio, en un par de cajones perfectamente ordenados por otros, y cuestiones tan insignifcantes como el frío o el calor se reducen a colocarte una camiseta más o menos, casi.

Hace unos días, una empleada de una conocida cadena de grandes almacenes respondía a las rigurosas preguntas y serias reflexiones de un reportero –así somos– y afirmaba que se están vendiendo todos los pijamas gruesos del catálogo, y que no andaban tampoco muy sobrados de mantas ante la demanda del ciudadano, que ya nota que como anochece antes y la calefacción no se enciende, la cosa se va a poner más cruda . O tostados o crudos, así estamos en los tiempos que corren, amoratados por las apreturas o congelados por lo que anuncian los nuevos tiempos.

Por el momento, vamos a ir montado una buena barricada a base de felpas, franelas, panas –la tela– y una toquilla de la abuela para ir esperando la glaciación, que será ponernos a diez grados.

Esto del cambio de armario siempre ha sonado a viejuno, a remover cómodas y comprobar la profundidad de algún baúl. A tener sitio de sobra y uniformes para cada momento. Donde esté una buena camiseta térmica...