Aunque a menudo hay protestas, es impensable que que la Federación Española de Atletismo no intente llevar siempre a los mejores a las grandes citas. Pero lo que le han hecho al triplista Pablo Torrijos en el Europeo, que se disputa este fin de semana en Estambul, es un error muy difícil de justificar: Torrijos, que tiene en pista cubierta un registro de 17.18 pero sale de una lesión, saltó 16.44 en los Campeonatos de España, su primera competición del año. Tenía la mínima pero no lo seleccionaron porque le exigían 16.55 por “criterios de competitividad”. Una marca que (primer mosqueo) solo 6 de los inscritos habían logrado este año. Su segundo mosqueo llegó al ver que hubo saltadores que se metieron en la final con apenas 16.20. Y el tercero y definitivo, cuando vio que la plata estuvo en 16.58, objetivo asequible a nada que hubiera afinado un poco su forma. Como si le sobraran las medallas a la RFEA. Como para no cabrearse.