Veo que Fermín Alonso va quinto en las listas del PPN al Ayuntamiento de Pamplona, lo cual imposibilita casi de facto que saque plaza de concejal por su nuevo partido, al que llega tras 16 años en UPN y al que tachó de partido rencoroso por expulsarle de sus responsabilidades municipales. El clásico victimismo del que cree que puede hacer de su capa un sayo, como si no supiesen que los partidos lo mismo que te tienen 16 años ahí tienen derecho a eliminarte y más cuando te has ido a otro: ¿en qué mundo vive esta gente? El caso es, que salvo milagro, el PPN no le va a dar trabajo como concejal a Alonso, ya que necesitaría alrededor de un 15% de los votos, lo que ahora mismo se antoja lejano. Con lo cual, Alonso va a tener que trabajar de otra cosa que no sea de político profesional, que es a lo que se ha dedicado desde que tiene 26 años. No creo que le falten puestos dentro de su partido, bien como asesor, en Comunicación o en alguna responsabilidad así. Esta gente no da un paso sin asegurarse las alubias, lo que es muy respetable. Tampoco de Sergio Sayas tal y como están las listas en Navarra tenemos claro su futuro, siendo también un ejemplo de político profesional desde hace muchos años. Sayas podría ir como número 1 del PPN a algún puesto de Diputado o de Senador, pero obtener escaño en Madrid en Congreso o Senado desde aquí vía el PPN es también casi inviable, así que nadie nos puede negar que su futuro bien pueda estar en Madrid pero presentándose por otra comunidad, la misma Madrid, por ejemplo. Ambos, criados políticamente en las nuevas generaciones del partido que han abandonado recientemente, han sabido moverse siempre muy bien en UPN y seguro que lo harán también dentro de un PP que espera estas elecciones forales y municipales como el empujón que jamás ha tenido en Navarra desde que apareció UPN y absorbió la casi totalidad del voto de derechas.