Uno de los papeles que interpretan las y los políticos, sobre todo cuando estamos cerca de una cita electoral, es el de anunciadores. Aprovechan cualquier intervención para anunciar medidas o propuestas que calen en la sociedad, especialmente aquellas que supongan ayudas directas. Les va eso de lanzar al aire ideas todavía sin materializar, porque siempre algo cala y se queda en la sociedad. Sánchez lo está haciendo prácticamente durante toda la legislatura, pero con más intensidad en las últimas semanas. No es el único. A los diferentes anuncios de ampliación del parque público de vivienda se le unían este fin de semana un par de propuestas para la gente joven.

Por un lado un descuento del 50% en el Interrail europeo para que los jóvenes de entre 18 y 30 años puedan viajar por Europa este verano y por otro, la creación de una línea de avales a través del Instituto de Crédito Oficial que garantice el 20% de la hipoteca de una primera vivienda para menores de 35 años que ganen menos de 37.800 euros y para familias con niños.

Medidas que dan que pensar. Creo que lo que hay que facilitar a los jóvenes de cierta edad no son solo descuentos, sino salarios dignos y trabajos decentes que les permitan los mismo viajar que poder acceder a una vivienda. Otra cosa es si desde el Gobierno hay que potenciar la compra y el endeudamiento de las familias y los jóvenes o por el contrario trabajar para conseguir unos alquileres justos y más vivienda pública. La gente no compra todo lo que se anuncia.