"Que cada balcón de Madrid tenga una planta”. La receta ambientalista de Isabel Díaz Ayuso para combatir el cambio climático y “llevar naturaleza y salud a las familias” ha sido esta semana el hazmereir de tuiteros y blogueros. Poco importa que no tengas médico, te suban el alquiler, vivas en una habitación sin ventana o que tu abuelo haya muerto en una residencia de ancianos. Flores que, no debemos olvidar, se marchitaron en los balcones tras la muerte de muchos ancianos en absoluta soledad y sin recibir la atención médica necesaria durante la pandemia. 34.571 cayeron en residencias de Madrid, según la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en las Residencia. Le proponen plantar un árbol por cada uno de ellos. La experta en recetas populistas no ha entregado por cierto ni una sola de las viviendas prometidas en este mandato: el Plan Vive se le quedó mustio. Y en una de las ciudades con mayor nivel de contaminación, como dice Greenpeace, las macetas sólo sirven para embellecer los balcones. Y reducir la contaminación se consigue con la mejora del transporte público en la capital, limitar la entrada de coches contaminantes en el centro, el aumento de zonas verdes o instalar paneles fotovoltaicos en las azoteas. Seguramente la próxima propuesta será regalar un geranio por cada voto el 28M. Como tampoco ha especificado el tipo de maceta los hay que ya han propuesto plantar marihuana.