Ángel Arroyo, Enrique Aja, Pedro Delgado, Julián Gorospe, Anastasio Greciano, Carlos Hernández, Jesús Hernández Úbeda, José Luis Laguía, Celestino Prieto y Jaume Vilamajó. Esta es la legendaria alineación que elaboró el no menos legendario director José Miguel Echávarri y que mañana hará 40 años que presentó el Reynolds en su debut en el Tour de Francia. Mañana comienza el Tour y mañana se cumplen 40 años desde que aquel equipo navarro sin ningún corredor navarro y lleno de novatos cruzara los Pirineos para enfrentarse a lo desconocido. Ahora que ya está descatalogado y que por tanto puedo hablar de él sin que me dé cierta cosa hacerlo, hace unos años escribí un libro sobre aquel Tour, al que titulé No querían ganar, pues fue uno de los Tours más extraños y abiertos de la historia. Arroyo ganó una etapa y quedó segundo de la general y Delgado fue segundo en varias etapas y solo una pájara a falta de dos días le privó de pelear la victoria a Fignon –estaba a 1 minuto del galo a cinco etapas de concluir, en esas etapas Arroyo sacó 2:46 a Fignon– o de firmar un podio. Fue el Tour que hizo que Televisión Española comenzara a televisar las etapas en directo –ocurrió precisamente el día de la pájara de Delgado, el día de Morzine– y el del despegue total del ciclismo como deporte de masas en España, algo que ya se había iniciado con la Vuelta de aquel año. Desde ese julio, no obstante, la popularidad del ciclismo se multiplicó, algo que se consolidó en 1984 y a lo largo de toda la década hasta prácticamente final de siglo. El Tour empieza aquí al lado, con etapas con final en Bilbao, San Sebastián y Bayona, en un arranque que se promete espectacular arropado por, si no la mejor, sí una de las mejores aficiones del mundo. No hay mejor manera de empezar el verano. Que el suyo sea bueno y entretenido como una etapa pirenaica del Tour de los 80. Nos vemos a la vuelta. Salud.