Política y circo, que no el circo de la politica, eso es lo que nos toca estos días. Veo en una farola la imagen de Pedro Sánchez, en la siguiente aparece Yolanda Díaz y en la marquesina se asoma Feijóo y alguno más mientras justo en la siguiente señal cuelga el cartel que anuncia el tradicional circo Holiday que visita Pamplona estos Sanfermines. Así cada día camino del trabajo. Una no sabe muy bien en que tiempo estamos. Es raro todo esto. Ver o leer sobre un debate entre los dos principales líderes estatales que alcanzaba su momento más intenso cuando comenzaban los fuegos artificiales. Planificar las agendas de los medios mezclando las salidas de los gigantes y las peñas con los canutazos de los políticos vestidos de blanco y rojo. Tener en la misma mesa de casa las entradas para los toros o los pases del encierrillo y los sobres con las papeletas recién cogidos del buzón. Mirar el móvil para ver si te ha tocado mesa electoral en la repesca mientras ves los vídeos del encierro. Una mezcla difícil de digerir, pero que no se nos tiene que indigestar. No dejemos que el Pobre de mí lo tengamos que entonar este año el día 24 de julio. Es raro todo esto.