Este sábado la emisora Esan-Erran, que ofrece su programación en euskera a la población de Anue, Atetz, Basaburua, Imotz, Lantz, Odieta y Ultzama, celebrará su 25 aniversario. Zorionak!

Hace 11 años, sin embargo, la noticia que saltó a los medios era muy diferente: “Cierra la radio en euskera Esan Erran por la asfixia económica del Gobierno. Ametza, la asociación que gestiona esta emisora, critica la política lingüística del ejecutivo”. Fueron los años tenebrosos en los que el Gobierno de UPN-PSN les negó el pan y la sal a los medios que trabajan en euskera. Las raquíticas subvenciones se fueron reduciendo durante años hasta quedarse a cero en 2012, año en que anularon esta partida de los presupuestos, mientras las ayudas a otros medios crecían y crecían. Los miembros de Ametza achacaban al Gobierno que el lema de su política era que “los proyectos exclusivamente en castellano son de todos y todos los debemos costear; en cambio, los proyectos en euskera son exclusivamente de los vascohablantes. ¡Que los paguen ellos!”

Afortunadamente la radio pudo reiniciar su andadura con la ayuda de sus oyentes. Parece que han pasado siglos, pero recordemos también que la emisora pamplonesa Euskalerria Irratia, además de sufrir la asfixia económica, estuvo condenada a trabajar en la alegalidad durante 27 años, desde su creación en 1988 hasta que le concedieron por fin la licencia en el 2015. Por cierto, el mes que viene, el día 7 de noviembre, celebrará su 35 aniversario con una gran fiesta en la sala Zentral.

Afortunadamente las cosas han cambiado un poco, pero todavía hay mucho trabajo para hacer entender a todo el mundo que esto del euskera no es ni un lujo superfluo, ni un arma arrojadiza, ni una tontería vintage.