Desde que vi –reconozco que por encima– el proyecto de carril bici de Beloso me pareció una obra pantagruélica por una vía o carretera muy congestionada y problemática y más si como parecía claro desde el principio no se quería eliminar espacio al coche sino hacer hueco a la bici en acera y además afectando a arbolado. Al parecer, el proyecto sigue para adelante a pesar de que peligran nada menos que 350 árboles que podrían ser talados, árboles a los que, según he leído, se les otorga el calificativo de “poco valiosos”. No soy experto en arbolado, pero imagino que 350 árboles, aunque estén en una carretera de conexión y no en una plaza urbana –plaza de la Cruz o plaza del Castillo–, siguen siendo un bien a conservar a toda costa y que absorben más CO2 que cero árboles iguales a ellos o que 200, por encima de que este proyecto se realice con fondos europeos y haya que acelerar el sí para poder contar con el dinero, nada menos que casi 5 millones de euros.

¿Qué quieren que les diga? Me parecen muchos árboles a talar y me parecen muchos millones a invertir para una obra que así a priori no quita espacio al coche, no cuenta por ahora que se sepa con enlaces para continuar ni en Burlada ni en Pamplona y que no va a suponer salvo que finalmente se implemente un incremento de la superficie verde, más bien un decrecimiento, todo para introducir un trozo de carril bici que, sí, claro, vendrá bien para bajar de Pamplona a Burlada-Villava-Huarte y viceversa, pero que perfectamente se podría haber abordado por la zona baja de la ciudad pegada al Arga o, por supuesto, reduciendo carriles en la cuesta. Parece más bien una obra asustada o con complejos, que no tiene más intención que plantar ahí un tramo más de carril bici pero sin más ventajas añadidas en la busca de un camino que hay que tomar sí o sí y que cuanto más tardemos más factura nos pasará.